A mitad del río

Jueves 2 de Septiembre del 2021

A la mitad del rio crecido, Andrés Manuel López Obrador está decidido a cruzar la corriente con dos caballos: Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno en la CDMX y Marcelo Ebrard Casaubón, canciller multitareas.
El tercer informe presidencial fue un panfleto propagandístico de las bondades de la cuatrote.
Ni una sola autocritica. No leyó un mea culpa o una introspección de las cosas no realizadas.
Fue una fiesta redonda para Andrés Manuel López Obrador, montado en la cresta de la ola, ‘en la plenitud del pinche poder’ como acuñara el cuenqueño Fidel Herrera Beltrán cuando era dueño temporal del día y la noche en Veracruz.
Hasta presumió como un logro el récord histórico de los 4 mil 540 millones de dólares enviados por los trabajadores mexicanos que han tenido que abandonar el país e irse a Estados Unidos para conseguir un empleo.
En siete de cada 10 familias hay aterrizado por lo menos un programa social, dijo el presidente, no hay devaluación, el peso está fuerte, las reservas del Banco de México están llenas con 20 mil millones de dólares, podemos comprar hasta 7.7 kilos de tortilla con un salario mínimo, dos kilos más desde que él llegó a la Presidencia en el 2018.
A la mitad del camino, Andrés Manuel López Obrador no tiene rival fuerte que le haga contrapeso para operar la continuación de la cuatrote.
Por eso necesita el discurso para cambiar la mentalidad del mexicano.
Y eso es bueno, mientras en el discurso descanse en la acción que beneficie a los más pobres, según su discurso cotidiano.