Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Ramalazo poselectoral

Miercoles 16 de Junio del 2021

Decía Octavio Paz en la página 19 de El ogro filantrópico: “en un régimen de ese tipo el jefe de Gobierno -el Príncipe o el Presidente- consideran el Estado como su patrimonio personal. Por tal razón, el cuerpo de los funcionarios y empleados gubernamentales, de los ministros a los ujieres y de los magistrados y senadores a los porteros, lejos de constituir una burocracia impersonal, forman una gran familia política ligada por vínculos de parentesco, amistad, compadrazgo, paisanaje y otros factores de orden personal. El patrimonialismo es la vida privada incrustada en la vida pública. Los ministros son los familiares y los criados del rey”.
Obvio AMLO que él es el Príncipe en funciones en este reinado sexenal.
Quien se oponga, en sano juicio, a lanzar bravatas al poder de AMLO, dueño del día y la noche, estaría lanzando flechas a la luna o blandiendo la espada contra los molinos de viento.
Así funciona el sistema. Así ha funcionado siempre.
¿AMLO sacó el tema del ‘edificio altísimo que ojalá se rebane’ porque se le ocurrió al levantarse de la cama, en Palacio Nacional?
No.
En política no hay casualidades.
Los Yunes se han emperrado en una empresa a contracorriente, en intento de gobernar el Puerto de Veracruz.
¿Por qué lo hace? Porque puede. Así de llano.
Se ha desatado la tormenta perfecta por desobedecer al poder.