Covid desgraciado

Jueves 6 de Agosto del 2020

2 mil 958 veracruzanos y veracruzanas han muerto por esta pandemia maldita, donde no hay culpables, más allá de un chino degustando una sopa de murciélago, según la narrativa del origen del virus en el ser humano.
La vida nos ha cambiado. Nada vuelve a ser igual. Los 2 millones 199 mil 954 alumnos de educación básica tendrán que arrancar clases vía remota, a través de la televisión y la radio; en el confinamiento maldito que dejará secuelas de obesidad y otras comorbilidades en sus vidas.
Los 137 mil 424 docentes tendrán que esperar nuevos tiempos para volver a arrastrar el gis en los pizarrones de las 23 920 escuelas repartidas en las cinco regiones de Veracruz, desde Las Choapas a Tamiahua.
Maestros y maestras también sufren crisis de estrés y ansiedad por el regreso a Clases en línea, dijo la psicóloga Gloria Olivares, coordinadora de los Servicios Psicoeducativos de la Universidad Veracruzana.
El gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez hará historia al dar un grito virtual, la noche del 15 de septiembre, obligado por la pandemia del Covid-19.
El nuevo decreto restringirá la movilidad hasta el 31 de agosto, en intento por aplanar la curva mortal.
Sólo nos quedan dos caminos: morir de hambre o morir de Covid, dicen los comerciantes, restauranteros y demás prestadores de servicios que desafían a la autoridad y al bicho, saliendo a rifarse la vida diariamente.