Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Cuitláhuac en tarde de luces

Viernes 15 de Noviembre del 2019

Hace un año, Cuitláhuac García Jiménez era percibido por el ciudadano como el rival más débil.
Discreto, cauto, alejado de la ortodoxia política, midió el terreno, estableció estrategias casi en el anonimato, bebió la amarga medicina recetada por los cánones no escritos en el ejercicio de la gobernanza y arrastró el lápiz en Palacio de Gobierno y en casa, en el aprendizaje de la curva de aprendizaje.
En la rendición de su primer informe de gobierno, Cuitláhuac García demuestra a sus aliados, pero también a sus adversarios, que la llamada 4ª T significa un cambio de paradigma político, un cambio de sistema.
La llegada de Verónica Hernández Giadáns a la Fiscalía General del Estado, fue una jugada de ajedrez, limpia, precisa, que significó el abordaje de los últimos reductos de quienes se aferraban a un poder transexenal.
Ahí empezó a sentirse la mano tersa pero firme del gobernador.
En el Congreso pasaron sus trece propuestas para renovar las magistraturas en el poder judicial, sin pataleos ni berrinches innecesarios.
El ORFIS, aunque es un órgano autónomo, también vivió una metamorfosis positiva, se murió el gusano para dar paso a una mariposa con Delia González Cobos.
Los buenos oficios, la política discreta, se refleja en la sana distancia legislativa, donde Rubén Ríos Uribe no le roba reflectores a nadie al hacer su trabajo ni testerea el entramado del gabinete del ejecutivo.
Buenas cuentas en este día 250 de gobierno.




Otras de las piezas acomodadas por instrucciones del excatedrático de la UV, son el presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado de Veracruz, el Diputado Rubén Ríos Uribe, un hombre cercano al gober, disciplinado y sin aspiraciones que perturben el orden interno del gabinete. También como pieza importante, las manos del Ejecutivo, llegaron hasta el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, colocando a Delia González Cobos, en detrimento del queda bien de Lorenzo Portilla.

Por si fuera poco, y a pesar de su famita de alineado, Edel Álvarez Peña, el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, también está en la bolsa de García Jiménez, a pesar de los roces del principio, además de los trece magistrados propuestos por él mismo y aprobados en el Congreso, trece piezas en el Poder Judicial, trece, quién lo iba a pensar.

La única certeza a un día del informe que Cuitláhuac rendirá a los veracruzanos, en el Teatro del Estado, es que parece que tardó, pero finalmente aprendió que para gobernar se necesita hacer política, política de verdad, donde el plumaje se mancha si se tiene que manchar para asegurar la gobernabilidad, la paz y la permanencia de un proyecto que solo dará los frutos que desea este nuevo grupo político, el suyo, si se mantiene en el poder otros seis años.