Crisis

Sabado 31 de Agosto del 2019

En teoría política, se dice que un ente gubernamental vive una crisis cuando hay una pérdida de poder.
Y cuando el poder se escapa como exhalación volcánica, se rompe un equilibrio en la cadena de mandos, en las esferas de toma de decisiones que deben estar conectadas con sincronía y avanzar en sinergia positiva.
La masacre de 30 personas en Coatzacoalcos a manos de un grupo criminal, no ha merecido un recorrido, un apersonamiento del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
En la agenda oficial, las familias, un pueblo dolido, no merecen siquiera una esquela burocrática.
Esta indiferencia es ejemplo actual de la crisis de gobernabilidad que vive el gobierno estatal.
No hay hoja de ruta.
El único asidero es la visita cancina del presidente de la República, mesías tropical que va de pueblo en pueblo vendiendo esperanza a un pueblo muerto de hambre.
Eso no basta. La responsabilidad del mando, del liderazgo se difumina cada crisis que se cruza, recurriendo al tiempo como mejor consejero en la solución de conflictos.
En tanto, el poder se sigue escapando como un géiser.