Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Cobardes

Miercoles 13 de Febrero del 2019

Al comiteco Belisario Domínguez lo asesinaron y le cortaron la lengua, cuando en 1913, como senador, se opuso al traidor Victoriano Huerta.
Sus palabras, elocuentes, convincentes, siempre estuvieron de lado de la libertad de expresión.
Hubo otros muchos mártires que desde el legislativo ofrendaron su vida para darnos este México actual. Otros más, héroes anónimos que dejaron su último aliento en la gran lucha armada que significó la revolución mexicana.
Valgan estos ejemplos para ponderar el honor, dignidad, honorabilidad y hombría que deben reunir quienes tienen, históricamente, la oportunidad de representar al legislador.
Por eso, llama la atención esta caterva de cobardes, medrosos y chismosos de patio, que conforman el grupo de insurrectos que esgrimen amenazas a su trabajo legislativo y a sus personas y bienes, porque no quieren votar para aplicarle juicio político al fiscal Winckler.
Ahora, con el paso de los días, no hay una sola carpeta de investigación ministerial promovida por alguno de los 19 diputados locales que se dicen amenazados de muerte.
El propio fiscal Winckler dice que, hasta su oficina, no ha llegado nadie a interponer una querella judicial en contra de Eric Patrocinio Cisneros, villano al que acusan de todos los males; sobre todo el sedicente «vocero del mal», Jorge Winckler.
Que de dejen ya de quejidos lastimeros. Que dejen atrás esta política mezquina, barrioabajeña, corriente y le quiten la pausa al reloj legislativo.
Que sean dignos del cargo por una vez en su vida legislativa.