Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Yerros continuos

Martes 22 de Enero del 2019

La conseja popular acuñó una frase: «mal inicia la semana para quien ahorcan en lunes».
Este es el resumen de la agenda pública del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, que va de los bandazos a la improvisación ridícula.
Los transportistas sacudieron el panal, apedrearon el rancho. Nadie salió. Los urbaneros ganaron porque se percataron que pueden tomar por asalto las calles ante los vacíos impresionantes de autoridad.
El estado camina al garete, guiado por un ganso, producto de la retórica presidencial del «me canso, ganso», sin más brújula que la intuición primitiva, basaba en el que cada quien se rasque con sus propias uñas.
Así, adoptando la estrategia del «dejen hacer, dejen pasar», piensan que el tiempo es el solucionador de los conflictos.
Después del golpe de los urbaneros, vino otro: Jorge Winckler obtuvo un amparo definitivo para no ser removido del cargo.
Una bofetada más a la ingenuidad de los operadores gubernamentales de Cuitláhuac García Jiménez, quienes le tendrán que hacer un sacrificio a Quetzalcóatl para que Winckler se vaya, apelando a la cosmogonía del nombre del jefe del ejecutivo.
La cereza del pastel, preparado con yerros, ocurrencias y dislates; la guinda del pastel, fue puesto por Ana Miriam Ferráez Centeno, diputada local del Morena, quien se sintió con la fuerza política suficiente para aplicar un toque de queda.
Los morenos se auto inmolan. No necesitan enemigos. Ellos solos se hunden.