Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Sabadaba

Lunes 17 de Diciembre del 2018

Cuitláhuac García Jiménez está en su derecho de salir a bailar salsa los fines de semana.
El gobernador veracruzano es un ciudadano como cualquiera, dispuesto al esparcimiento y al goce corporal en "sabadaba" como él mismo postea.
Sin embargo, tiene una altísima responsabilidad social que incumple en la primera quincena de su novel administración: la violencia imparable que se enseñorea en el territorio que gobierna.
Las cifras de la primera quincena de gobierno oscilan entre 20 y 50 muertos. Dieciséis de las víctimas fatales son mujeres, en un estado que hace caso omiso a las alertas de género.
Itzel Mar Betancourt es la bandera que se ondea por las mujeres asesinadas en estas dos primeras semanas; su madre, Gloria Mar, le pidió perdón por no juntar la bolsa de rescate que pedían los secuestradores.
Los hechos ocurrieron en Tancoco, en la Huasteca Veracruzana, en la región de Tuxpan.
Hasta esta mañana, ni un línea ha enviado el gobierno del Estado respecto a este brutal asesinato de una joven madre de familia, arrancada del seno familiar por una violencia imparable, impune, descarnada.
Parece que el "no es lo mismo bailar salsa que gobernar un estado" se convertirá en un hechizo diabólico, conjurado por Miguel Ángel Yunes Linares en contra de su joven sucesor.
Ya es hora que Cuitláhuac deje la fiesta y tome al toro por cuernos.
Los veracruzanos no podemos seguir en la espera mientras la delincuencia nos mata como moscas.
Enfrente ya su realidad, gobernador.
La historia lo está juzgando.