Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


La noche más oscura

Viernes 20 de Julio del 2018

La noche del domingo 1 de julio, fue la noche más oscura para el yunismo.
El proyecto construido, perseguido, forjado hace treinta años, se vino abajo como un castillo de naipes.
El contador del Programa de Resultados Electorales Preliminares del Organismo Público Local Electoral (OPLE) fue contundente: 15 puntos porcentuales de diferencia de Cuitláhuac García sobre el cachorro del nepotismo.
Todo se acabó en la madrugada del 2 de julio.
El poder se había esfumado en la transición del horario, en la noche que se convirtió en madrugada, todo se fue al basurero de la historia, frase acuñada -paradójicamente- por el hoy inquilino de Palacio de Gobierno.
Fue la noche más oscura.
Veinte días después, el naufragio continua. El poder legislativo, extensión de la gubernatura monárquica, languidece ante la asonada de los corsarios que buscan venganza, pasando a cuchillo a los verdugos del ayer inmediato.
Las lealtades obligadas no se mantienen ni a billetazos. Cinthya Lobato Calderón abandonó la bancada panista, arrastrada por el canto de las sirenas morenas.
Sebastián Reyes Arellano, maestro de la chaqueta y la prostitución política, también quiso retornar a MORENA, pero 15 millones de argumentos lo volvieron a sentar a su curul azul.
Bien decía Fidel Herrera Beltrán: «en política, todo lo que se resuelva con dinero, sale barato».
Demasiado tarde lo entendió Miguel Ángel Yunes Linares.
Ya no tiene el control del Congreso.
La noche se le vino encima.