Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Tiros de precisión

Lunes 14 de Mayo del 2018

El anuncio de la orden de búsqueda de Luis Ángel Bravo Contreras, ex titular de la Fiscalía General del Estado, tiene un tufillo electorero.
Más que una acción de justicia judicial, pareciera un spot de campaña proselitista para prolongar el apellido seis años más.
No se trata de defender lo indefendible, es evidente que Luis Bravo Contreras tenía responsabilidad directa respecto a las desapariciones forzadas en el sexenio de Javier Duarte. No se requiere ser un sabueso para deducirlo.
Sin embargo, para no litigar en editoriales, quien debe sopesar el grado de responsabilidad criminal de Bravo Contreras, será un juez que conozca del caso, siempre bajo la tutela de la presunción de inocencia, claro está, porque todo acusado es inocente hasta que se le pruebe lo contrario.
Lo que llama la atención es la dosificación criminal que se hace del ejercicio del poder.
La veta del mayor promotor del yunismo, Javier Duarte de Ochoa, pareciera agotada por sobreexplotación.
Ya la opinión pública no se excita con anuncios que tengan que ver con Javier Duarte y sus colaboradores.
Pareciera ya, un asunto concluido.