Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Debate

Lunes 23 de Abril del 2018

En esta nuestra democracia imperfecta, el debate de anoche, fue un refresh para la sociedad.
Pese a la lógica obligada que previó un arrinconamiento de los cuatro adversarios en bloque contra Andrés Manuel López Obrador, fue un ejercicio positivo.
Más allá del razonamiento critico respecto a ganadores y perdedores, se evidenció en un formato más ágil, los talentos y carencias de quienes aspiran a gobernarnos durante los próximos seis años.
Quienes tienen fobia a la posibilidad del arribo de Andrés Manuel López Obrador a Los Pinos, pueden ir checando sus inversiones en los Panamá Papers porque anoche se evidenció que -literalmente- el tabasqueño es invencible en este proceso electoral.
La sociedad está harta de este sistema corrupto y quiere cambiarlo de una manera pacífica, en la máxima posibilidad del civismo político: el voto.
Aunque AMLO no dijo una frase nueva en el debate, aunque repitió su evangelio proselitista con pausas y comas, salió intacto del debate.
El colchón de 48 por ciento de preferencias electorales que «humildemente» exhibió en pancarta, le basta para hacer ejercicios de esgrima con sus contrincantes.
Ricardo Anaya Cortés, de la coalición «Por México al frente» (PAN-PRD-MC), fue el más conciso, el más puntual, el ganador en la oratoria, del primer debate.
José Antonio Meade, de la alianza «“Todos por México» (PRI, PVEM y Panal), fue el gran perdedor. No supo aprovechar la vitrina. Su campaña, su imagen, su oratorio, todo en él es un desastre que resume la crisis del PRI.
Inicia hoy la cuarta semana de campaña. No le han arrancado una pluma al gallo tabasqueño.