Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Sapear al crimen

Miercoles 21 de Junio del 2017

El crimen no paga, reza un adagio popular.
Y es cierto. El crimen no compensa, no merece la pena; menos delatarlo para cobrar una recompensa de un millón de pesos, como oferta el gobernador Yunes.
Nadie en sus cabales, ningún veracruzano con un dedo de frente denunciará a los cabecillas de la delincuencia organizada.
Al menos que el delator, sapo, o denunciante sea un suicida en potencia.
Es más estético aventarse a las vías del tren.
La estrategia anunciada de ofrecer recompensas por cada jede de plaza denunciado, es risible, peligrosa, un salto al vacío, sobre todo cuando el señalamiento directo, aderezado con las infaltables bolsas negras conteniendo pedazos de carne humana, recae sobre su jefe policíaco.
En el humor negro provocado por la delincuencia organizada, habría que decirle al gobernador itinerante: vayamos por partes (humanas), la responsabilidad de investigar donde están los malos, es del aparato policiaco.
Lo único que exigimos los veracruzanos es vivir, trabajar, circular, divertirnos, descansar en paz.