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Así se transforma NY en hospital masivo ante la crisis



Excelsior / Nueva York / Martes 31 de marzo del 2020

Hospitales de campaña en Central Park o en el estadio que acoge el US Open ilustran la transformación surrealista de Nueva York, cuando la cifra de muertos por el coronavirus en Estados Unidos superó hoy la informada por China.

La pandemia ha matado a más de mil neoyorquinos y la capital financiera estadunidense está en una carrera contrarreloj para aumentar dramáticamente la capacidad hospitalaria antes de que los casos alcancen un pico.

Una media docena de carpas, equipadas con 68 camas y 10 respiradores, fueron montadas en el icónico parque de Manhattan. Se espera que acojan a pacientes de covid-19 desde este martes.

Los casos declarados de coronavirus en Estados Unidos superaron los 174 mil 400 el martes, según un conteo de la Universidad John Hopkins, con más de 3 mil 416 muertes. Más que los muertos de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

La cifra también supera el número de muertos por coronavirus reportado por China, 3 mil 309 personas.

La mayoría de los casos y de las muertes se concentran en Nueva York, que se convirtió rápidamente en el epicentro del brote en Estados Unidos luego de que el estado anunciara su primer caso el 1 de marzo.

El alcalde Bill de Blasio dijo el martes que la ciudad estaba "triplicando" su capacidad hospitalaria para prepararse para el pico de la pandemia, esperado en siete a 21 días.

"Requeriremos un nivel de capacidad hospitalaria que nunca hemos visto, que nunca concebimos", dijo al canal televisivo NBC.

Partes de la Gran Manzana están siendo transformadas en anticipación de la ola de pacientes que ya llena los hospitales y agota los equipamientos médicos.

Buque hospital

El centro de convenciones Jacob Javits, en el barrio de Hudson Yards de Manhattan, fue transformado en ocho días por el cuerpo de ingenieros del ejército para acoger casi 3.000 pacientes.

Aceptará a enfermos que no tengan covid-19 para aliviar la carga de los hospitales que se centran en el virus.

A unas cuadras de allí, en el Muelle 90, ancló el lunes el imponente buque hospital "USNS Comfort", con mil camas, 12 quirófanos y un personal médico de más de mil personas, también para acoger a pacientes que no tengan el virus.

Otros sitios de la ciudad fueron elegidos como instalaciones médicas temporarias, entre ellos el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King en Flushing Meadows-Corona Park, Queens, donde el torneo US Open tiene lugar cada verano boreal.

"La gente en Nueva York está en una situación muy difícil, y lo que están tratando de hacer de manera apropiada es aprovechar las instalaciones que tienen para descomprimir el alza de casos", dijo a CNN Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas en el equipo del presidente Donald Trump.

"Esperamos, y creo (...) que podríamos empezar a ver un cambio, pero no lo hemos visto aún", añadió.

El gobernador Andrew Cuomo, cuyo hermano menor, Chris, anunció que tenía coronavirus el martes, advirtió a los residentes de Nueva York que la batalla para derrotar el covid-19 será larga.

"Mídanse a ustedes mismos, midan sus expectativas para no sentirse decepcionados cada día que se despiertan", dijo en conferencia de prensa.

Escudos para estornudos

Tim Mosher, jefe de enfermeros en el hospital de campaña de la organización evangélica Samaritan's Purse en Central Park, dijo que las 70 personas que integran el equipo médico, la mayoría voluntarios, se quedarán allí cuanto tiempo sea necesario.

Mosher, de 58 años, está habituado a trabajar en zonas de desastre: víctimas de ébola en Liberia y de cólera en Haití. Considera "triste" que ahora sea en Nueva York.

"Pero queremos que haya esperanza, enviar una señal a la ciudad de que nos importa y estamos aquí", dijo.

Las calles de Nueva York, normalmente bulliciosas, están semivacías. La enorme mayoría de comercios están cerrados, mucha gente camina con máscaras y guantes -algunos hasta con capas de lluvia transparentes o máscaras de buceo aunque haya sol- y el personal de limpieza de los edificios tiene más trabajo que nunca.

En el supermercado D'Agostino en el East Village, el gerente Larry Grossman instaló una suerte de escudos transparentes para proteger a los cajeros de los clientes que puedan estar enfermos, y colocó cintas para recordar a las personas que deben guardar distancia.

"Igual tenemos mucho personal enfermo, y muchos otros se niegan a trabajar" por miedo a un contagio, dijo.