Veracruz, Ver.

     
DEPORTES


RIP al deporte profesional en Veracruz



Enrique Cerino / Boca del Río, Ver. / Viernes 13 de diciembre del 2019

En los últimos 5 años, La afición veracruzana ha visto desaparecer a cada uno de sus equipos representantes en las ligas profesionales más relevantes del país.

El primer equipo en desaparecer fue la franquicia de los Halcones UV Xalapa en el 2015, que en un principio, se deslindó del mote que lo vinculara con la máxima casa de estudio; el motivo fue la reestructuración en la administración de la actual rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, para destinar el recurso de 50 mdp anuales empleado en la franquicia 5 veces campeona de la LNBP en el desarrollo educativo de la Universidad Veracruzana.

Halcones Rojos de Veracruz, 2 veces campeón de el mismo circuito, también tuvo la misma suerte tras ser retirado de la LNBP por adeudos con los jugadores, por lo que la propia liga le negó la participación a la franquicia y desde entonces, no ha vuelto a ver la luz.

El beisbol también vio desfilar a una de las franquicias más longevas en el deporte nacional hacia el abismo; Los Rojos del Águila de Veracruz dejaron el puerto para convertirse en los Tecolotes de Nuevo Laredo en el 2017, luego de que la Liga Mexicana de Beisbol no volviera a aceptar el registro de la novena emplumada por la baja asistencia en el Parque Beto Ávila.

La semana pasada, se hizo oficial el desenlace de la novela de Fidel Kuri Grajales con la Federación Mexicana de Fútbol y la desafiliación del equipo Tiburones Rojos de Veracruz de la Liga Mx; tras ostentar adeudos con los jugadores del primer equipo que se mantuvieron sin cobrar varios meses debido a una fuga financiera que se desglosa en el pago por su permanencia una cifra de 6 mdd luego del ciclo futbolístico de 2018-2019; adeudos con ex jugadores del equipo que presentaron controversias ante la FIFA, y por si fuera poco, cubrir las deudas de administraciones pasadas, entre ellas, del 2011 encabezada por Mohamed Morales soportado por Javier Duarte de Ochoa, que curiosamente, también tuvo la suerte del hasta hace una semana, propietario del equipo porteño.

Ahora con la desafiliación de los escualos, la afición veracruzana al deporte profesional se queda sin presencia en las principales ligas del país, con el canto ahogada y el grito mudo de poder expresar el orgullo por sus colores y por su estado; hoy la afición veracruzana solo sobrevive por los recuerdos de lo que alguna vez fueron tiempos glorioso, y esperará paciente hasta recuperar a uno de sus amados equipos, el tiempo que sea necesario.