Veracruz, Ver.

     
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Me quiero casar, pero llevo dos intentos fallidos: Cuitláhuac



Isabel Zamudio/Cambio Digital / Veracruz, Ver. / Sabado 8 de diciembre del 2018

Xalapa, Ver.- De adolescente se negó a acudir a la Escuela Normal de Xalapa y convertirse en maestro, pero ha pasado gran parte de su vida profesional formando generaciones al descubrir su vocación estudiando Ingeniería Mecánica Eléctrica.

Aun cuando su padre fue diputado local y presidente de la legislatura del estado, fue el trabajo del ingeniero Heberto Castillo, político veracruzano, el que lo llevó primero a estudiar ingeniería y luego a interesarse en la política.

Su deseo de hacer que las cosas cambiaran en México, y de que Andrés Manuel López Obrador fuera presidente en 2006, lo hizo volver de Alemania para meterse de lleno a la política, lo que absorbió gran parte de su vida y tiempo, dejando a un lado lo personal.

Él es Cuitláhuac García Jiménez, nuevo gobernador de Veracruz, quien recibió a MILENIO en su casa de Xalapa, donde relató sus vivencias, sus sueños, sus aspiraciones y cómo muchos de ellos se han ido cumpliendo, como ver a AMLO Presidente y él a cargo del gobierno veracruzano a sus 50 años.

Además de bailar y del futbol, ¿cuáles son sus pasatiempos?

Me gusta hacer deporte, me gusta la salsa, me gusta toda la música; mi hermano toca en la Orquesta Sinfónica de Xalapa y eso hizo que nos despertara el gusto por la música clásica y toda la consagrada. También me gusta el ajedrez y lo practico a un buen nivel.

¿Qué tipo de literatura le gusta?

Literatura no, específicamente no tanto, debo confesar, pero sí la lectura de muchas columnas; me gusta leer sobre política, de lo que pasaba en América Latina estuve desde muy joven informado de los movimientos sociales. Leo mucho los periódicos, las revistas de noticias, soy un académico.

Usted participó en el Partido Mexicano de los Trabajadores con Heberto Castillo.

Desde muy joven vi bien cómo se unieron las izquierdas donde estaban PSUM, PMT y PMS que lanzó como candidato al ingeniero Heberto Castillo y después él cede su lugar para unirse a Cuauhtémoc Cárdenas, esas eran mis actividades de joven, estar participando políticamente y leyendo pero también con formación académica.

Usted es ingeniero, pero se le conoció como maestro, sus papás son catedráticos de la Universidad Veracruzana.

Realmente descubrí mi vocación ya a nivel profesional, siempre me negué a estudiar en la Escuela Normal, pero mis padres observaron que tenía ciertas aptitudes para la enseñanza. Yo ayudé mucho a uno de mis hermanos que tenía problemas de aprendizaje y logré llevarlo a un buen nivel cuando él estaba estudiando; mis padres me insistieron en que estudiara para maestro, pero yo quería ser ingeniero, había leído sobre Heberto y leía que estaba en la lucha social. En la Preparatoria leí un libro de Elena Poniatowska y ahí vi el nombre del ingeniero.

Entonces dije: “yo quiero ser como él, ingeniero, académico, científico”, por eso estudié una ingeniería, un posgrado en el Instituto Politécnico Nacional, haciendo una maestría, tomé clases en un Centro de Investigación de Alto Nivel aquí en México, fui a Manchester, Inglaterra, donde hice otra maestría, inicié un doctorado, me invitaron a una estancia doctoral en Alemania en el área de ingeniería y esa fue también mi otra pasión, la ingeniería, pero me regresé por las cuestiones que están pasando en el país, por cuestiones políticas.

¿Por qué se mete a la política? ¿Se lo contagió su papá o desde joven ya lo traía?

Tal vez en parte porque mi papá participó políticamente, un tiempo fue diputado, presidente de la legislatura, pero yo no quería hacer este papel. La misma situación de cambiar las cosas me lleva a la política activa, de hecho yo me regreso de Alemania para estar apoyando a Andrés Manuel López Obrador desde una trinchera como ciudadano.

¿Pensaba que México merecía estar en mejores condiciones?

Yo comparaba, estaba en un centro de investigaciones que nada más bastaba levantar la mano y tenía todo para investigar, libros que se acababan de editar, de cualquier país; tenía a mi cargo un laboratorio completo y tres técnicos asistentes, colaboradores de varios países, éramos un grupo de siete investigadores: un libio, un galés, tres alemanes, una paquistaní y yo.

Ya no regresó a Alemania a pesar de que tenía la oferta y decidió mantenerse en Veracruz con un activismo político muy comprometido. Aunque vive en el mismo domicilio que sus padres, su vida siempre ha sido muy independiente, pues viaja mucho a las diferentes regiones de Veracruz y poco llega a dormir en la que desde hace varias décadas es su hogar. ¿En sus planes se ve usted con familia, casado?

Sí, yo siempre he querido casarme, pero he tenido dos intentos fallidos de matrimonio.