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INSóLITAS Y CURIOSAS


El día del médico y su responsabilidad



SDP Noticias / Ciudad de México / Martes 23 de octubre del 2018

La medicina es una profesión que atiende una de las necesidades más importantes y antiguas del ser humano, el promover un estado de salud y atender la enfermedad. No es exagerado establecer que, dependiendo de la calidad humana, el profesionalismo y el grado de conocimiento con el que cuente el médico será el beneficio que obtendrá el paciente.

En este sentido, aunque mucha de la responsabilidad recae directamente sobre el profesionista, existen detrás un gran número de actores involucrados. El actuar del médico depende en gran medida del avance científico que existe en una época, la forma y organización en la que aprendió su profesión, la estructura social, política y económica que determina el acceso a la atención médica de la población; y, sobre todo, depende de las normas profesionales y éticas que rigen a la medicina.

Como en toda labor, el profesionalismo es algo que siempre debe de encontrarse presente independientemente de tiempo y lugar. El sentido del profesionalismo se va adquiriendo a lo largo de la formación académica y personal.

En el caso de la medicina, el alumno en formación va construyendo un juicio a partir del aprendizaje con sus profesores y por medio de la observación del ejercicio profesional de otros médicos. En un contexto ideal, los estudiantes de medicina deben de aprender a discernir qué conductas profesionales se esperan de ellos, así como también reforzarlas mediante la acción de otros.

El estudiante debe de entender la estructura de un ejercicio profesional adecuado, las guías de conducta a seguir y como solucionar problemas cuando se presenten.

En este contexto, el sujeto en formación se basa de manera importante en el ejercicio profesional y ético de otros médicos, de tal forma, que dependiendo de los patrones de conducta sobre los cuales se base, el estudiante puede o no contar con una guía adecuada.

Y lo más delicado que surge en este tema, es que durante una formación académica no siempre se tiene un control y una documentación de cómo se va fincando el profesionalismo en el médico emergente.

Es indudable que las escuelas y facultades tienen un campo de acción muy grande en este tema, ya que ellas constituyen la exposición de primer contacto con los estudiantes.

Los científicos especialistas de esta área han identificado que dependiendo del énfasis, cuidado y estructura que una escuela o facultad pone en los aspectos profesionales, es que tanto influye en la formación profesional de sus estudiantes.

Así, en el estudio de cualquier profesión se debería de contar con una estructura tendiente a fincar y reforzar los aspectos profesionales de los futuros servidores públicos. El poner atención en este primer contacto de formación, podría dar oportunidad de generar cambios en la práctica médica futura de los egresados, y de manera ideal o utópica, tal vez lograr la transformación de toda la estructura social y política de la atención a la salud.

Un profesional debe de contar con un buen ejercicio ante las demandas de su disciplina, pero también es responsabilidad de gobiernos y entidades académicas, empezar a fincar y promover los cánones profesionales desde etapas tempranas de la formación. El olvidar este aspecto es condenar a la sociedad a una mala atención y un pobre desarrollo.