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NACIONAL


“Los pobres no comen gasolina; comen tortilla": Guajardo

El Financiero Blomberg


Aristegui Noticias / CDMX / Viernes 12 de octubre del 2018

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, afirmó este jueves que “los pobres no comen gasolina, comen tortilla, pollo, leche, huevo”, al defender ante el Senado los resultados del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en comparación con los dos sexenios panistas anteriores.

“No es mi estilo hacer esto, pero a veces es necesario debido al tono de las participaciones. Déjenme comentarles sobre proteger a los pobres y utilizar los instrumentos de competencia y apertura de importaciones para generar esa competencia”, dijo Guajardo antes de enumerar el aumento en los precios de distintos productos básicos en los sexenios de Peña Nieto y Felipe Calderón.

“El pollo en la administración del presidente Calderón subió 58 por ciento, en lo que va del sexenio sólo ha subido 19.9 de acuerdo al Inegi. La tortilla en el sexenio anterior subió 66.2, en este sexenio subió 17 por ciento y así nos las podemos seguir. En el caso del huevo en el sexenio anterior, claro, por la gripe aviar, dobló el precio. De acuerdo como lo recibimos el 1 de diciembre, lo estamos entregando exactamente en el nivel que lo recibimos después de seis años”, dijo el secretario de Economía.

“En fin, aquí hay que medir, los pobres no comen gasolina. Comen tortilla, pollo, leche, huevo“, añadió inmediatamente, en la parte final de su intervención para responder a la segunda ronda de preguntas de los senadores.



Previamente, Guajardo señaló que Felipe Calderón llevó a México al “peor lugar de competitividad en la historia” y que en la administración de Peña Nieto el salario mínimo se recuperó en 16.8 por ciento, mientras que en el sexenio de su antecesor la recuperación sólo fue de 1.3 por ciento.

“Cuando uno no ha sido gobierno tiene el beneficio de la duda, cuando ya lo fue es muy difícil”, expresó.

Durante la ronda de preguntas, el senador Gustavo Madero criticó la “disonancia cognoscitiva” del gobierno federal y dijo que por un lado se encuentra “el lenguaje oficial, narrativa ilusa de la danza de cifras alegres” y por otro, “la mayoría de los mexicanos que no están en la misma sintonía”