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Cicatrices del 19S que aún duelen a la CDMX



Excelsior / Ciudad de México / Miercoles 19 de septiembre del 2018

El silencio, el puño en alto y la esperanza de encontrar con vida a familiares, amigos y cualquier persona que se hallara en situación de emergencia fue el motor que impulsó la solidaridad el pasado 19 de septiembre.

Los relojes marcaban las 13:14 horas cuando un repentino movimiento interrumpió las actividades de los capitalinos. Éste, alertaba sobre el sismo de 7.1 grados que no detonó la alerta sísmica.

El epicentro, 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla removía el miedo por aquel terremoto que 32 años atrás -el 19 de septiembre de 1985- había azotado a la Ciudad de México.

El de 2017, arrebató la vida a 228 personas, entre ellas, niños quienes dejaron a familias mutiladas y a una nación inmersa en la tristeza e incertidumbre. Las autoridades emitieron la Declaratoria de Emergencia en las 16 delegaciones.

La zona centro y centro-sur fueron las más afectadas. Las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Tlalpan, Tláhuac e Iztapalapa sufrieron los mayores estragos, aunque también se registraron colapsos al norte, oriente y poniente.

El entonces jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, informó que 38 inmuebles colapsaron tras el sismo, entre ellos Álvaro Obregón 286 en la colonia Roma, predio donde se hallaba un edificio de oficinas que las autoridades contemplaron para erigir un memorial por las víctimas. Los damnificados se opusieron.

Los daños que dejó el movimiento telúrico no terminaron con las labores de rescate. A un año, miles de damnificados padecen la burocracia de la reconstrucción, viviendo en casas temporales o con algún familiar, que tras perderlo todo, les ofreció su hogar.

De la desgracia surgieron movimientos como el de Damnificados Unidos, vecinos afectados por el sismo, quienes lograron la reconstrucción a fondo perdido del edificio 1C del Multifamiliar Tlalpan donde fallecieron nueve personas.

Quienes perdieron a sus familiares, piden a las autoridades justicia y mayor rigor en los reglamentos de Construcción y Protección Civil para que casos como el de Medellín 176 en la colonia Roma, edificio que se derrumbó 50 minutos después del sismo, no se repitan.

Nadie impidió que los vecinos permanecieran a pocos metros de la estructura en riesgo inminente de colapso, algunos incluso ingresaron al inmueble sin la sospecha de que tras poco menos de una hora los cuatro niveles que albergaba, se vendrían abajo.

Los días posteriores al sismo salieron a la luz una serie de videos de las cámaras de seguridad de la capital en los que se muestra, entre otros puntos, el momento exacto en que colapsó el edificio ubicado en la esquina de Ámsterdam y Laredo en la colonia Condesa.

A las 13:15 horas de aquel 19 de septiembre, la estructura comenzó a fracturarse, un minuto después transeúntes y vecinos observaban atónitos la escena que privó de la vida a cinco personas.

Tras la tragedia también se hicieron visibles cientos de historias como la de Enrique Alcántara, uno de los damnificados del sismo que tenía su tintorería en la esquina de Yacatas y Concepción Béistegui en la colonia Narvarte.

A pocos días del movimiento telúrico, Enrique decidió que lo mejor era ponerle buena cara a la desgracia y bajo el lema 'de pie y trabajando' colocó un burro de planchar para brindar servicio.

Así como la de Adela, una mujer de 86 años de edad que sobrevivió al colapso del edificio ubicado en el número 32 de la calle Rancho del Arco en la colonia Los Girasoles de la delegación Coyoacán, a unos metros del centro comercial Galerías Coapa que también resultó severamente afectado.

La mujer fue rescatada con fractura de cadera a las 23:00 horas del miércoles 20 de septiembre.

Las huellas que dejó el sismo del 19 de septiembre de 2017, lucen por toda la ciudad como un recuerdo constante sobre la vulnerabilidad de los humanos frente a la naturaleza.

Y como un reclamo a las autoridades para que verifiquen aquellas construcciones que no cuentan con la documentación adecuada para ser habitadas y no permitan la proliferación desmedida de inmuebles.

A un año del sismo, los damnificados y sociedad en general reclaman justicia por las víctimas, entre ellas los 19 niños y siete adultos que murieron por el colapso del Colegio Enrique Rébsamen ubicado en la colonia Nueva Oriental Coapa.

Hasta septiembre de 2018, la directora de la escuela aún no ha sido presentada ante las autoridades a pesar de que la Interpol emitió una ficha para su búsqueda.

El edificio que colapsó por el sismo ya fue demolido por el riesgo que representaba, entre molestias de vecinos que argumentaron no haber sido notificados sobre la reanudación de labores.

Permanecen en pie dos edificios más donde aún se lee la leyenda 'silencio'.

Será así como a 365 días del movimiento telúrico, este 19 de septiembre se izará la bandera a media asta, se guardará un minuto de silencio por las víctimas y se realizará un mega simulacro.

Las historias de cómo vivieron los capitalinos el sismo regresarán a las conversaciones, se recordará a las víctimas y los damnificados saldrán a la calle con el puño en alto acompañados de todo México para reclamar justicia.