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Cristiano, la chilena y el día que se enamoró de la Juventus



Mediotiempo / Ciudad de México / Martes 10 de julio del 2018

Martes 3 de abril del 2018. Cristiano Ronaldo se suspende en el aire y ejecuta el gol que buscó toda su vida. La casa de la Juventus es testigo del poema del crack del Real Madrid. La gente aplaude de pie. El portugués no lo puede creer y agradece el gesto.

Esa noche la Vecchia Signora fue víctima de una obra de arte, pero ahí nació la relación de respeto y cariño que este día terminó por fraguarse con el fichaje de CR7.

Cristiano lo había logrado prácticamente todo en su carrera, pero se le había negado marcar un gol de chilena, esa maniobra que Hugo Sánchez –otro inmortal del Real Madrid- perfeccionó como ninguno y que en más de una ocasión puso de pie al Santiago Bernabéu, como aquella tarde contra el Logroñés.

Corría el minuto 64 de un partido que el Madrid ganaba 0-1. Un bombazo de Cristiano atajado por Buffon dio pie al tanto más memorable de uno de los mejores jugadores de la historia. Dani Carvajal colgó el balón desde la derecha y el resto es historia. Gigi quedó como estatua, los Bianconeri estupefactos, los Merengues incrédulos, Zidane tomándose la cabeza y los miles de presentes aplaudiendo de pie al Bicho.

“Un estadio como este, aquí en Turín, la Juve, por donde han pasado grandes futbolistas, que te aplaudan es un momento top. Siempre fue un club que me gustó desde niño y que la gente te aplauda se te queda en el corazón”, declaró Ronaldo al final de aquel partido.

A CR7 nadie le puede decir que hay algo inalcanzable. Aquellos Cuartos de Final de la Champions League demostraron que ese carácter y confianza en sí mismo le hacen lograr lo imposible. El ego se le llenó tras ese gol, pero explotó con la ovación recibida en casa ajena.

Tres meses y una semana después de aquella chilena, Cristiano Ronaldo volverá a sentir el cariño de los tifosi de la Juventus, ahora vistiendo la mítica camiseta a blanco y negro, una de las más importantes de Europa, y es precisamente eso para lo que llega el de Madeira, para devolverles la gloria continental que no conquista desde 1996.