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INTERNACIONAL


Motín en la cárcel de Caracas que encierra a presos políticos



El País / Caracas, Venezuela / Jueves 17 de mayo del 2018

Los presos políticos de El Helicoide, cárcel ubicada en el centro de Caracas, iniciaron este miércoles una revuelta en reclamo por las condiciones en las que se encuentran y los retardos en sus procesos judiciales y en la ejecución de las excarcelaciones. Un grupo de ellos con sentencias de puesta en libertad sigue entre rejas. La situación irregular se ha dado a conocer a través de vídeos difundidos por las redes sociales en los que se muestra una revuelta de los reclusos por los pasillos del penal. En esa escaramuza fue golpeado fuertemente en la cara uno de ellos, Gregory Sanabria, un dirigente estudiantil.

Los reclusos dijeron que tenían bajo control una de las áreas de la cárcel. También denunciaron que estaban intentando ser disuadidos por las fuerzas militares con gases lacrimógenos, lanzados dentro del recinto cerrado.

“Ya habían denunciado que no podían estar juntos los presos políticos y los comunes y eso terminó siendo el detonante de la situación en la que Gregory Sanabria terminó golpeado. Por lo que sabemos tienen tomados varios pisos y lo primero que hicieron fue liberar al [exalcalde del Táchira] Daniel Ceballos que estaba aislado en una celda.

Denuncian que les han lanzado bombas lacrimógenas. El gobierno es responsable de la integridad y la vida de todos presos”, informó la diputada Delsa Solórzono, presidenta de la Comisión de Política interior de la Asamblea Nacional, que acompañó a los familiares en los alrededores de la cárcel.

Ceballos, militante del partido de Leopoldo López, Voluntad Popular, fue detenido en 2014, cuando comenzó la cacería judicial de alcaldes de oposición a quienes el Tribunal Supremo responsabilizó de las protestas que se realizaron en todo el país ese año, una práctica persecutoria que se repitió en 2017 y llevó a varios otros al exilio.

El exalcalde de Tàchira usó las redes y las cámaras de los celulares para denunciar la situación. “Que la comunidad internacional venga y vea lo que pasa en la mazmorra de la dictadura donde se violan los derechos humanos de la gente, donde se nos niegan los juicios y los traslados a tribunales y la atención médica. Estamos dispuestos a resistir así sea con nuestras vidas para que se vea lo que ocurre en esta mazmorra.

Estamos cansados de que sigan maltratando gente, torturando gente, extorsionando a nuestras familias. Aquí hay menores de edad, aquí hay personas con boletas de excarcelación que no han salido”, se oye en la grabación en la que aparece con un grupo de reclusos.

En El Helicoide, la prisión política en la que Hugo Chávez convirtió un fallido centro comercial que se comenzó a construir durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, parte de los íconos de la arquitectura moderna caraqueña, están algunos de los más emblemáticos presos políticos de Maduro, que hasta el momento mantiene encarceladas a 338 personas por razones políticas en todo el país.

Lorent Saleh, un dirigente estudiantil detenido por ser parte de una supuesta conspiración contra Maduro; Vilcar Fernández, otro integrante del movimiento estudiantil y que desde hace dos meses requiere atención médica por un problema de hipertensión, y el general retirado Ángel Vivas, un sexagenario detenido en 2017, tres años después de que se atrincherara en su casa con un fusil y llamara a una rebelión contra el gobierno.

Esos son algunos de los 54 presos políticos que permanecen en El Helicoide bajo la custodia el servicio de inteligencia venezolano (Sebin), de los cuales 20 tienen medidas cautelares y no han sido liberados. Las instalaciones solo tienen capacidad para 80 detenidos y el año pasado la ONG Ventana a la Libertad denunció que mantenían a 340 detenidos en situación de hacinamiento.

“Acá hay una toma pacífica, nosotros no tenemos armas. Es una protesta en la que nos hemos unido más de 300 detenidos para pedir la libertad de presos políticos y el debido proceso para quienes están procesados por delitos comunes. Acá lo que queremos es justicia”, dijo en uno de los últimos videos difundidos el general Vivas.

Otro de los detenidos en el Helicoide es el estadounidense Joshua Holt, quien también difundió un vídeo en el que pedía auxilio al Gobierno de Estados Unidos, lo que movilizó al encargado de negocios en Caracas, Todd Robinson, a acudir a la Cancillería venezolana a exigir explicaciones sin obtener respuestas. En la cuenta de Twitter de la embajada en Venezuela dijeron: “Estamos muy preocupados por el motín en El Helicoide. Joshua Holt y otros ciudadanos estadounidenses están en peligro. El Gobierno de Venezuela es directamente responsable por su seguridad y le haremos responsables si algo les sucede”.

Holt está detenido desde 2016 y es acusado de terrorismo y espionaje. Tiene 20 meses a la espera de un juicio. "Ayúdenme, por favor, ¿cuánto tiempo debo sufrir injustamente en este lugar? Quieren matarme y pintar las paredes con mi sangre. Soy un prisionero político”, dijo el estadounidense.

Tarek William Saab, el fiscal paralelo designado por la Asamblea Constituyente de Maduro, envió una comisión de fiscales del Ministerio Público a conversar con los presos y aseguró que atenderían sus peticiones y coordinarían con los órganos de justicia las diligencias para los procesos. Sacerdotes de la Conferencia Episcopal Venezolana se acercaron al sitio para intentar mediar con las autoridades para ingresar y conocer el estado en el que se encuentran los detenidos. ONG de defensora de derechos humanos exigió al gobierno que permitiera que una delegación de la Cruz Roja Internacional ingresara al lugar.