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CIENCIA Y TECNOLOGíA


Descubren un ciempiés gigante comiéndose una serpiente



Muy Interesante / Tailandia / Jueves 26 de octubre del 2017

Aunque los ciempiés son típicamente insectívoros, se sabe que los de mayor tamaño atacan y comen vertebrados. Lo que sí ha causado sorpresa en un equipo de biólogos que se encontraba en la Reserva de la Biosfera Sakaerat (Tailandia) es descubrir por primera vez y de forma casual, cómo un ciempiés del género Scolopendra, Scolopendra dawydoffi, una especie de grandes dimensiones, estaba teniendo un comportamiento depredador con una serpiente hembra (Sibynophis triangularis) mientras esta estaba poniendo huevos.

Las serpientes, en la dieta de los ciempiés gigantes

Esta "observación fortuita" de un ciempiés atacando a una serpiente, es aún más perturbadora por el hecho de que la criatura eligió para atacar el momento justo en que la serpiente estaba en su punto más vulnerable: mientras ponía huevos. Parece que los ciempiés se alimentan de carne de serpientes más habitualmente de lo que se creía.

El género Scolopendra tiene una dieta bastante variada, pues ya hemos visto que aparte de insectos también algunos vertebrados. Hasta ahora se había visto a estas criaturas nocturnas de múltiples patas merodeando nidos de ratas para cazar a las crías, cazando lagartijas, murciélagos e incluso aves.

Los biólogos creen que este comportamiento es en gran medida oportunista (cuando la presa es vulnerable), y no un elemento básico de la dieta de los ciempiés; de ahí que el ataque de un ciempiés contra una serpiente sea bastante raro. Cuando los científicos tailandeses encontraron este ejemplar retorcido entre las hojas secas del bosque observaron lo siguiente:

"El ciempiés estaba ya envuelto a lo largo de todo el cuerpo de la serpiente, que fue capturada aovando, con tres huevos ya colocados, y otros dos aparentemente todavía dentro de su cuerpo", escriben los autores en la revista Journal of Insect Behavior.

Para mantener a su víctima inmóvil, el ciempiés había agarrado a la serpiente con sus patas en forma de garra, y la había aguijoneado con sus garras venenosas (que a menudo se confunden con mandíbulas pues se encuentran en la cabeza), un apéndice especial convertido en arma que es característico solo de los ciempiés.

El cuerpo de un ciempiés es extremadamente móvil y está claramente segmentado: en cada segmento hay un par de patas, que en esta especie pueden medir hasta 10 centímetros. Debido a lo escurridizos que son y lo insólito de la escena, los expertos no perturbaron el 'abrazo mortal' pero realizaron múltiples fotografías para identificar la especie.

Lo que hace que este incidente sea tan llamativo es la posición indefensa de la serpiente: estaba poniendo huevos.

"Somos los primeros en informar un caso de este tipo en el que esta especie ataque a un vertebrado mientras está poniendo huevos", se jacta el equipo en el informe.

Como explican, las hembras de serpiente son más vulnerables durante este proceso de puesta de huevos, por lo que el ciempiés eligió atacar en un momento particularmente oportunista, "aprovechando una situación de la que el animal no podía escapar".

Los científicos concluyen que es posible que los ciempiés gigantes coman presas vertebradas más a menudo de lo que asumimos, porque la recompensa nutricional de una serpiente o un sapo sería increíblemente más significativa que un mero grillo o un pequeño escarabajo.