Veracruz, Ver.

     
CULTURA


Recuerdan 130 aniversario de nacimiento de Diego Rivera y su mellizo



riveraexperts / / Jueves 8 de diciembre del 2016

Biografía de Rivera (1886-1957)

Artista niño

Diversa informaciones, algunas encontradas, se han recabado acerca de este artista, incluyendo discrepancias históricas que aparecen en sus propios escritos autobiográficos. Hay ciertos mitos sobre él que se suponen más ciertos que la verdad misma. Y Diego, el contador de historias fascinantes, sostiene la mitología de su agitada vida.

Diego Rivera no era un mortal común hablando en términos de tamaño físico, imaginación, creatividad y, sobre todo de talento. Estaba predestinado a crear su propia leyenda como para que la gente supiera en qué forma él pretendía vivir, pensar y pintar. Las que consideraba como sus tres habilidades más importantes….con el agregado de “a lo grande”.

Vivió a lo grande. Soñó a lo grande y pinto a lo grande!

La primera mirada sobre el mito de la vida de Diego comienza con el tema de su nombre de nacimiento. El y su hermano mellizo, José Carlos María Barrientos Rivera, nacieron el 8 de diciembre de 1886. Sus padres los bautizaron como José Diego Rivera pero él siempre insistió en que su nombre completo era Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barriento Acosta y Rodríguez. Su mellizo murió dieciocho meses más tarde. Parecería que aquí comienza la leyenda.

Diego nació en Guanajuato, México, ciudad con una antigua mina de plata, fundada en 1559. La ciudad se construyó sobre las laderas de la Sierra Madre y la traducción del nombre de la ciudad significa “colina de las ranas” . Quizás éste sea el motivo por el que la rana fue su símbolo de una firma personalizada en muchas de las pinturas de Diego cuando era niño, como la que puede verse saltando del bolsillo de su chaqueta en su última gran obra, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central , Museo Mural Diego Rivera, ciudad de México.

La primera mirada sobre el mito de la vida de Diego comienza con el tema de su nombre de nacimiento. El y su hermano mellizo, José Carlos María Barrientos Rivera, nacieron el 8 de diciembre de 1886. Sus padres los bautizaron como José Diego Rivera pero él siempre insistió en que su nombre completo era Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barriento Acosta y Rodríguez. Su mellizo murió dieciocho meses más tarde. Parecería que aquí comienza la leyenda.

Diego nació en Guanajuato, México, ciudad con una antigua mina de plata, fundada en 1559. La ciudad se construyó sobre las laderas de la Sierra Madre y la traducción del nombre de la ciudad significa “colina de las ranas” . Quizás éste sea el motivo por el que la rana fue su símbolo de una firma personalizada en muchas de las pinturas de Diego cuando era niño, como la que puede verse saltando del bolsillo de su chaqueta en su última gran obra, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central , Museo Mural Diego Rivera, ciudad de México.

Gira Europea

Luego de graduarse en la primavera de 1906, Diego se propone dirigirse a Europa para estudiar a los Grandes Maestros de la pintura y para meterse en la avanzada de los artistas europeos de esos días. A través de contactos de sus padres, pero no por su filiación política, Rivera padre pudo conseguirle a su hijo una beca del gobierno del dictador Porfirio Diaz que estaba en el poder en ese tiempo.

Diego eligió no ir directamente a Paris, como lo hacían la mayoría de los emigrados, sino a España llegando allí el 6 de enero de 1907. Permanecería en ese país para estudiar y pintar durante los próximos dos años. Estaba tan absorbido por las pinturas de Goya que su propio estilo en ese momento comenzó a emular a ese gran artista español. El otro renombrado artista que estudió intensamente fue El Greco.

Todo lo que captó de los Grandes Maestros en España, se podrá observar luego en los grandes murales de Rivera. En su propia vida, los términos Mural y Diego Rivera serían sinónimos. La semilla del éxito de sus murales majestuosos se habría plantado sin duda en el suelo español.

Mientras vivió en España y recorriendo su campiña, fue prolífico como siempre lo sería, pintando, ganándose la vida y enviando sus telas a su casa para favorecer su patronazgo mexicano. Sus pinturas muy logradas como Piedras Antiguas y Flores Nuevas muestran la habilidad de su talento, aunque mas tarde, Diego consideró a sus piezas españolas como lo peor de su vida, a lo sumo, agradables desde el punto de vista pictórico.

Visitando Paris y Londres

Ansiaba una revolución en su arte y sintió que sólo podría lograrla yendo a Paris, por lo tanto en la primavera de 1909 se dirige al norte. Se instaló en el enclave bohemio conocido como Montparnasse que, en esos días, estaba lleno de artistas “rebeldes”. Diego pasó horas interminables en los cafés, haciendo bocetos y comentando sobre “Arte Verdadero” con sus compañeros de afición, que habían llegado de todas partes del mundo para intercambiar el arte del mundo.

Durante ese año usó gran parte de su tiempo estudiando en el Museo de Arte del Louvre e ingresó sus trabajos en los académicos Salones franceses pero éstos apenas los tuvieron en cuenta. Conoció y se enamoró de una joven artista rusa, Angeline Beloff. Se habló seriamente de casamiento, por cierto más por parte de la perspectiva de ella que de él mismo. Pero la revolución se estaba gestando en México y el sintió que tenía que volver para asegurarse la continuidad del soporte de su beca. Casi podríamos sentir el suspiro de alivio de Diego mientras escapaba cruzando el ancho océano.