Veracruz, Ver.

     
José Luis Ortega Vidal




Claroscuros

Albert Camus, el mito de Sísifo y los feminicidios en el sur de Veracruz



Lunes 8 de Noviembre del 2021

Albert Camus, el mito de Sísifo y los feminicidios en el sur de Veracruz

1) Se cumplieron ayer 108 años del nacimiento de Albert Camus, el filósofo francés nacido en Argelia, autor del ensayo “El mito de Sísifo”, vinculado al existencialismo y considerado impulsor del llamado pensamiento del absurdo. Enigmático, el novelista de la obligada obra “La Peste” fue recordado en redes sociales con algunas de sus frases. Quizá no le habría agradado tanto la difusión de sus expresiones sueltas en medio de un océano precisamente absurdo como la internet, pero van piezas ciertamente asequibles del premio nobel muerto en un accidente, también absurdo, amén de coincidente con su visión del mundo: «Hay causas por las que vale la pena morir, pero ninguna por la que vale la pena matar». «Todas las desgracias del hombre provienen de no hablar claro» «La verdad, como la luz, ciega. La mentira, por el contrario, es un bello crepúsculo que realza cada objeto». «La vida no tiene sentido pero vale la pena vivir, siempre que reconozcas que no tiene sentido». «Siempre nos engañamos a nosotros dos veces respecto a las personas que amamos, primero a su favor, y luego en su contra». «Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala». (2) Sólo de julio a noviembre han ocurrido -por lo menos- diez feminicidios en el sur de Veracruz: mujeres asesinadas a balados, con arma punzocortante o de otras formas; trabajadoras la mayoría; dos de ellas al servicio del gobierno federal… (3) Va otra cita de Albert Camus, desde su clásico y vigente mito de Sísifo: «Sísifo es el héroe absurdo. Lo es tanto por sus pasiones como por su tormento. Su desprecio de los dioses, su odio a la muerte y su pasión por la vida le valieron ese suplicio indecible en el cual todo el ser se dedica a no rematar nada. Es el precio que hay que pagar por las pasiones de esta tierra. Nada nos dicen sobre Sísifo en los infiernos. Los mitos están hechos para que la imaginación los anime. En el caso de éste, vemos solamente todo el esfuerzo de un cuerpo tenso para levantar la enorme piedra, empujarla y ayudarla a subir por una pendiente cien veces recomenzada; vemos el rostro crispado, la mejilla pegada contra la piedra, la ayuda de un hombro que recibe la masa cubierta de greda, un pie que la calza, la tensión de los brazos, la seguridad enteramente humana de dos manos llenas de tierra. Al final de este prolongado esfuerzo, medido por el espacio sin cielo y el tiempo sin profundidad, llega a la meta. Sísifo contempla entonces cómo la piedra rueda en unos instantes hacia ese mundo inferior del que habrá de volver a subirla a las cumbres. Y regresa al llano. (4) Camus se remite a Sísifo desde la mitología griega amén de la perspectiva sin género: todo es masculino pues -ciertamente- a fines del siglo XVIII las mujeres aún no existían más allá del mito y la cruenta limitación de su realidad al hogar. En 1792 aparece Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft -escritora inglesa, madre de Mary Shelley autora del célebre y popular personaje de Frankenstein- para marcar un punto de referencia al inicio de la lucha feminista; aunque existen postulados sobre los derechos de la mujer a la igualdad desde el siglo XVII, en Francia. Sísifo, visto desde la perspectiva filosófica de Camus podrían emplearse para estudiar sociológicamente la vida económica de una pareja de jóvenes egresados de un Instituto Tecnológico oficial, enamorados, unidos por el origen común de la clase media baja o baja, cuya búsqueda de empleo los conduce a trabajar en Chedraui, Walmart, Oxxo, Soriana o las miles de empresas semejantes en México. Buscan la felicidad, desde luego, unen sus vidas ya sea bajo la estructura religiosa y social en cuyo seno fueron o educados o suman el esfuerzo par a la construcción de un modelo propio de convivencia donde el compromiso es simple: atenderse mutuamente en el día a día hasta donde el recuento de los días así lo permita. Unidos una semana, un año o el resto de su vida -corta o larga- vista a lo Camus resultará inevitable para esta pareja cargar su roca hasta la cima de la montaña sólo para observar cómo cae al llano y deben acudir una y otra y otra vez, mientras vivan, a recogerla y empujarla inevitablemente. Camus nos remite a la existencia profunda en sí misma pero realiza también críticas profundas al sistema económico imperante: aunque la pareja hubiese egresado de ITAM o de Harvard o La Sorbona y él resulte director de PEMEX y ella Secretaria de Turismo con un sobregiro de dólares en un viaje internacional, Sísifo siempre estará allí… Leamos: “Sísifo me interesa durante ese regreso, esa pausa. ¡Un rostro que pena tan cerca de las piedras es ya de piedra! Veo a ese hombre bajar con pasos pesados aunque regulares hacia el tormento cuyo fin no conocerá. Esa hora que es como un respiro y que se repite con tanta seguridad como su desgracia, esa hora es la de la conciencia. En cada uno de esos instantes, cuando abandona las cimas y se hunde poco a poco hacia las guaridas de los dioses, Sísifo es superior a su destino. Es más fuerte que su roca. Lo trágico de este mito estriba en que su héroe es consciente. ¿En qué quedaría su pena, en efecto, si a cada paso lo sostuviera la esperanza de lograrlo? El obrero actual trabaja, todos los días de su vida, en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo. Pero sólo es trágico en los raros momentos que se hace consciente. Sísifo, proletario de los dioses, impotente y rebelde, conoce toda la amplitud de su miserable condición: en ella piensa durante el descenso. La clarividencia que debía ser su tormento consuma al mismo tiempo su victoria. No hay destino que no se supere mediante el desprecio.” (5) Albert Camus y femicidios recientes en el sur de Veracruz. El cuerpo sin vida de Noelia “N”, fue ubicado dentro de un tambo de basura en las instalaciones del complejo petroquímico Morelos, de PEMEX, en Coatzacoalcos. Salió de trabajar el sábado a las cuatro de la tarde y no llegó a casa. Nadie la vio desde la conclusión de su jornada laboral, hasta el domingo, muy cerca del Taller de Mantenimiento Civil en el depósito empleado para desperdicios químicos. Un día después, el trece del pasado mes de julio, en Cosamaloapan de Carpio fue hallado el cuerpo sin vida de la joven Ilse Denisse “N”, empleada de la CFE y originaria de Xalapa. Desde varios días previos sus padres perdieron contacto con ella y acudieron en su búsqueda. Autoridades la encontraron a cinco kilómetros de un encierro de grúas cerca de la localidad Boca de Oyozontle en Cosamaloapan. El diez de agosto una joven con apenas veinte años de edad, de nombre Sandra Paola “N”, murió tras ser baleada en la cantina “American Bar” de Acayucan, al sur de Veracruz. Desde el día veintidós de agosto fue reportada como desaparecida Carla “N”, de 47 años de edad y domiciliada en la colonia Fertimex de Coatzacoalcos. Su cuerpo sin vida fue identificado por familiares ocho días después en el servicio forense de Acayucan. Fue encontrada sin vida en el río Huazuntlán, en la sierra de Soteapan o sierra de Santa Martha. Subió a una camioneta la última vez que la vieron y murió atacada con un arma punzocortante. El veinte de septiembre, en Jáltipan de Morelos, María de Lourdes “N” fue ultimada a balazos mientras abordaba un taxi en la calle Ramón Corona de la colonia San Miguel.

Cuatro días más tarde, en el vecino municipio de Cosoleacaque, ocurrió otro feminicidio en un domicilio de la calle Nicolás Bravo de la colonia Díaz Ordaz. La víctima fue Janeth “N” de 35 años de edad. La madrugada del jueves siete de octubre Sofía “N” fue baleada y murió en el interior del bar “Cañitas” en Chinameca. La víctima trabajaba como mesera y sus atacantes entraron a su centro de labores sólo para ejecutarla. El domingo veinticuatro de octubre Victoria “N” sufrió un ataque mortal mientras se movilizaba desde la población de Texistepec a la comunidad de San Lorenzo Tenochtitlán. Victoria viajaba en moto-taxi cuando fue alcanzaba por un pistolero, quien le disparó hasta matarla. El miércoles tres de noviembre Cenobia “N” y Dalila “N” fueron asesinadas en un domicilio de la calle Eulalio Vela de Cosoleacaque. Una tercera mujer fue se repone de las heridas provocadas por el ataque a balazos de un solitario sicario. (6) El concepto y el término feminicidio aún se debaten. Aparecen a partir de las muertes de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, ubicadas en al década de los noventa. El feminismo lucha por los derechos civiles de las mujeres. También por su derecho esencial a la vida. Para el mundo económico capitalista moderno el hombre y la mujer son objetos desechables. La mujer lo es por partida doble y la idea del femicidio remite, en uno de sus múltiples elementos de fondo, a esta condición histórica y atroz: el argumento, demostrable para los impulsores de esta concepción incluso en el ámbito jurídico, de los asesinatos contra mujeres por el hecho de ser mujeres. (7) Sísifo es un ser mítico cuya historia transcurre sin la presencia de una compañera. Las mujeres, particularmente las víctimas de feminicidios en México, Veracruz y el sur de la entidad tienen -en cambio- apellidos, hijos, nietos, parejas y en la mayor parte de los casos son o eran trabajadoras activas. Como todos, empero, forman parte de un universo definido por Albert Camus como absurdo.