Veracruz, Ver.

     
Jorge A. González




Espacio cultural

Fuentes oficiales no son sinónimo de certeza



Jueves 21 de Septiembre del 2017

Una de las obligaciones más básicas del periodista es la de corroborar sus datos y seleccionar sus fuentes.

No debemos confundir fuentes oficiales con la veracidad o la certeza.

Para nada la fuente oficial es sinónimo de lo más cercano a la verdad (que también es relativa).

La fuente oficial es simplemente el parte que dan las autoridades, y muchas veces el periodista lo toma como un dato definitivo e irrefutable.

Justamente las autoridades -llamadas fuentes oficiales- a través de la historia nos han demostrado que son las menos interesadas en que la información pública sea pública.

Son ellos quienes han pretendido controlar el flujo informativo, maquillar cifras, ocultar hechos y omitir acciones.

Jamás se debe dar por sentado que la fuente oficial es ley, sólo tiene carácter de institucional, pero no garantiza certeza.

Los periodistas más experimentados prefieren confirmar sus datos hasta con tres fuentes para poder hacer públicos sus trabajos.

El periodista tiene una doble responsabilidad:la ética desde la parte profesional, y la social con la ciudadanía.

Es penoso ver como el noticiero de la televisora de mayor impacto en el país, solicite a su fuente aclare, retracte y se disculpe públicamente por haber dado un dato erróneo.

Y es que el Almirante Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, Subsecretario de Marina, dejó estupefactos a los periodistas de la televisora cuando dijo que nunca existió la niña Frida Sofía.

La niña de la escuela primaria Rébsamen, que muchos esperaban ver por su pantalla de televisión cómo era rescatada en tiempo real.

Se les olvidó que la fuente no está obligada a hablar con la verdad, pero el periodista sí tiene la obligación de verificar si sus datos coinciden con la realidad.