Veracruz, Ver.

     




Caos y diplomacia en Veracruz



Lunes 7 de Noviembre del 2016

En consecuencia de los acontecimientos en los últimos días, meses, hasta años, las carreteras y principales avenidas se encuentran obstaculizadas impidiendo el libre flujo por el estado. Veracruz se ha vuelto una enorme manifestación, maestros, pensionados, jubilados, alcaldes, empresarios, trabajadores a todos se les debe.
Toda la población se ve afectada, algunos en mayor y crítico nivel que otros, pero de manera directa o indirecta estamos siendo perjudicados por los caprichos y codicia del ahora ex gobernador en fuga.

El secretario de Finanzas de Veracruz, Antonio Gómez Pelegrín, relata un triste cuento donde su papel fue el de advertirle al arrogante mandatario que no se podía seguir tomando recursos federales para financiar el gasto corriente, pero nada más.

Desde marzo del 2015 que Pelegrín pudo haber denunciado el hoyo negro al que se iban los recursos federales y en su lugar optó por callar, lo que en palabras ceremoniosas se le califica comisión por omisión, omitió denunciar un hecho que estaba obligado a dar a conocer.

No actuó desde el primer momento en que la situación estuvo en su conocimiento, no solo por el deber de aplicar la ley además que el cargo le ameritaba y exigía sino también por observancia de que la ciudadanía sería afectada, y no hizo nada.

El mejor trabajo de ilusión, todo tras el telón, desde las casas de valores multimillonarios, el rancho en Edomex, las empresas fantasmas, nadie se percató del momento en que el ex gobernador logró desviar tremenda cantidad de recursos para hacerse de tales propiedades. Seguramente él lo hizo solo, así como el solo dirigió su fuga, abrió fronteras, manejó él mismo el medio de transporte y huyó.

Si a mando de Javier Duarte Veracruz parecía campo de guerra, ahora en su ausencia, endeudado, sin gobierno capaz de dirigir, es un estado a punto del declive. Por otro lado la ineptitud de las autoridades, por querer creer que de eso se trata, tanto veracruzanas como federales es altamente sorprendente. No hay avance en las investigaciones, de pronto un padre sabe más que el enorme aparato de seguridad del país.

Mientras que el 1 de diciembre se acerca en espera de Miguel Ángel Yunes Linares de quien se cuestiona sea capaz de detener el desbordamiento del estado, el conformismo obligan a mirar al frente y ver el espectáculo político-mediático en el que Enrique Peña Nieto y el gobernador electo Yunes Linares pretenden «salvar» el estado con la colaboración de la federación.

Sería altamente deseable que las autoridades tanto locales como la PGR e inclusive el presidente dejasen de aparentar ese juego de diplomacia, dieran con el culpable del colapso de una entidad y la repartición de la justicia se efectuara, porque además de que Duarte merece imputación y condena también los ciudadanos veracruzanos queremos que no queden impunes los robos del gobernador cleptómano que muchas molestias ha dado.

Es comprensible que las manifestaciones obstruyan el paso, y hasta cierto punto es preferible que los ciudadanos exijan lo que por derecho merecen muy a pesar de que a otros nos afecte, el resto de ciudadanos asentimos la libre protesta en lugar de tener una sociedad sumisa.