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Sinvergüenza |
Lunes 7 de Noviembre del 2016
Flavino ha perdido lo que un hombre debe atesorar aun a costa de su vida: la dignidad.
En medio del naufragio, polarizada la sociedad en contra de todo lo que huela a priísmo, Flavino Ríos se atreve a pedir respeto a los alcaldes que se amotinaron en Casa Veracruz. La misma actitud debió mantener cuando saquearon el estado. Vaya, hasta las pantallas de televisión se llevaron de la casa de los veracruzanos.
¿Valdrán la pena los billetes que le arrojó Duarte al «Chino» para dejarse pisotear de esta forma?
Los saldos serán negativos para el notario público.