|
Cabeza Olmeca |
Miercoles 4 de Noviembre del 2020
Dice el refrán popular, que es sabiduría de vida comprimida en frases que «obras son amores, y no buenas razones».
Y esto aplica a la gobernanza, habida cuenta que los mexicanos evaluamos a un gobernante en razón de la obra pública que construye en su mandato finito.
Cuando los veracruzanos transitan por el estado, suelen señalar con el índice un puente, edificio, paso a desnivel, carretera, centro de convenciones, escuela, casa ejidal, quiosco del pueblo y hasta iglesias y templos religiosos, quien fue el autor de esa construcción.
Las obras son la tabla rasa con la que se mide la capacidad o incapacidad de un funcionario ejecutivo.
La ciencia política, la que se estudia en la universidad, dicta también un aforismo irrebatible: «lo que no se comunica, no existe».
El gobierno federal le mete mano al tramo carretero Cabeza Olmeca-JB Lobos-Ciudad Industrial-Tamaca, donde intenta ampliar a tres carriles cada sentido de esta carretera que soporta un trafico vial estimado en 75 mil vehículos al día.
En el primer tramo que va de los distribuidores Cabeza Olmeca-JB Lobos, se invertirán 50 millones de pesos.
La obra estará concluida en seis meses, promete el diputado federal morenista Ricardo Exsome Zapata, quien acepta que el movimiento de la maquinaria reduce la vialidad, levantando el enojo de los automovilistas.
«Mientras, aguantaremos las mentadas de madre», sostiene con humor jarocho el legislador.
Que sea para bien.