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Es Porfirio |
Domingo 11 de Octubre del 2020
Hay en la idiosincrasia picaresca del mexicano una frase: «el que pega primero, pega dos veces».
Así ha pasado en la trompicada renovación de la dirigencia de Morena, en la que el viejo zorro de la política, Porfirio Muñoz Ledo, quien ha rodado de acá para allá y ha sido de todo y sin medida, como la canción «Mi vida» de José José; le ha pegado dos veces al bisoño Mario Delgado Carrillo.
De facto, Porfirio es ya el nuevo dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional luego de dos encuestas realizadas por el Instituto Nacional Electoral.
Mario Delgado tendrá que aceptar la derrota. Así es la política, se gana y se pierde, «ninguna derrota es para siempre y ninguna victoria es eterna», sostienen los clásicos de la ciencia política.
Porfirio Muñoz Ledo es un referente democratizador en la vida del país.
En los tiempos de gloria del priísmo, en las presidencias omnímodas, donde el sistema fabricaba políticos como una máquina imparable, Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano se escindieron del poderosísimo PRI para crear la Corriente Democrática que dio paso más tarde al Frente Democrático Nacional que abanderó a Cárdenas en la candidatura presidencial de las elecciones de 1988.
Después Porfirio, junto a Cárdenas y AMLO, formaron el Partido de la Revolución Democrática.
Ahora, Muñoz Ledo se apresta, como flautista de Hamelin, a dirigir las huestes incombustibles, intratables e irreconciliables de MORENA.
AMLO tendrá su contrapeso en el movimiento que él fundó.
Un verdadero trabuco la llegada de Porfirio, el último ideólogo de la izquierda mexicana.