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Dura lex, sed lex |
Jueves 18 de Junio del 2020
A guisa de la reforma electoral de Veracruz, se dice que un principio general del derecho, proveniente del derecho romano, que se traduce como «la ley es dura, pero es ley».
Eso pasa en este camino de la reforma, aprobada por 117 cabildos veracruzanos.
La cantaleta de Marko Cortés, presidente nacional del PAN respecto al ocultamiento de actas de cabildo, que indican la presunción de chanchullo en el paso de la ley por los ayuntamientos, es errónea, inexacta y mentirosa.
Las denuncias de atentados a la democracia son meros cohetones, fuegos de artificio en fiesta de pueblo.
El camino de la ley inició con la iniciativa enviada por Cuitláhuac García Jiménez al Congreso de Veracruz.
Propone el gobernador (no es ley aún) reducir en 50 por ciento las prerrogativas a los partidos políticos con presencia en el estado de Veracruz.
La reducción del lapso administrativo para alcaldes y alcaldesas a partir de la elección del primer domingo de julio del 2021, de cuatro a tres años, con la posibilidad de competir por una reelección inmediata.
La absorción de las Juntas Municipales Electorales del OPLE que deberán hacer las 30 Juntas Distritales en las que se divide el estado.
El paso siguiente es la celebración de una sesión plenaria en la LXV Legislatura, poder que deberá regresar el documento al Poder Ejecutivo.
El gobernador recibirá el documento y ordenará su publicación en la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz.
Cuando sea publicada, será ley vigente.
Tan tan.
Las acusaciones de manita de puerco a los alcaldes que no aprueben la reforma, sólo pueden traducirse en 95 cabildos en contra. Y 95 ayuntamientos no hacen verano legal.