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Honestidad de faquir |
Jueves 21 de Mayo del 2020
Cuitláhuac García Jiménez fue medido recientemente como el gobernador más honesto del país.
Hay 32 jefes de ejecutivos en igual número de entidades, nadie, ni por asomo, tiene las cartas credenciales en materia de honestidad, como él.
«No tengo cola que me pisen» remachó hace una semana en un programa televisivo, emitido por la televisora estatal Radiotelevisión de Veracruz (RTV), que dirige el experimentado periodista Víctor Hugo Cisneros.
En ese entendido, Cuitláhuac recorre con lámpara y cayado, secretarías de despacho, subsecretarías, coordinaciones, Organismos Públicos Descentralizados y demás búnkeres burocráticos, vigilante, celoso, observador que ninguno de sus colaboradores se aparte del buen camino de la honestidad.
Nada ha encontrado Cuitláhuac. Todos se conducen con una medianía casi gandhinista, que roza la disciplina de los faquires.
Por eso, cuando Julen Rementería del Puerto se atrevió a poner en duda la rectitud juarista de Zenyazen Escobar en la utilización de empresas fantasma que operan desde auto lavados hasta changarros donde venden mole los domingos, el gobernador le puso un alto al panista.
Faltaba más. Las calumnias panistas no enlodarán el inmaculado plumaje de los apóstoles de Cuitláhuac.