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Renovación en TSJ |
Lunes 2 de Diciembre del 2019
La renovación del poder en el Poder Judicial de Veracruz, fue el cerrojazo de una crónica cantada.
Edel Álvarez Peña, saltimbanqui especialista en el cambio de chaqueta, como un mago circense, no entró al paraíso de la 4ª. T.
Las empresas beneficiadas por Álvarez Peña, que según los Panamá Papers, obtuvieron contratos por 849 millones de pesos para la construcción de las llamadas Ciudades Judiciales, es un escandalo de proporciones judiciales que afectó al magistrado sureño.
Edel Álvarez Peña era un fardo apestoso para el actual gobierno.
Sin embargo, la llegada de Sofía Martínez Huerta a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, electa por cinco votos a favor de ocho posibles, hasta el 2 de diciembre del 2022, con posibilidad de reelección, no fue una lección de sororidad femenina.
Dos magistradas patalearon respecto al arribo de Martínez Huerta. Concepción Flores Saviaga adelantó que impugnará la elección en el TSJ porque le impidieron participar, por tanto, ejercerá su legítimo derecho a quejarse por la vía judicial.
Cecilia Castañeda Palmeros, eterna aspirante a la presidencia del TSJ de plano acusó «dedazo» en la designación de la nueva presidenta, de quien dijo no tiene ni dos años como magistrada.
Y fue más allá al señalarla, a priori, como «enemiga» y directamente responsable de lo que pueda pasarle a ella y a su familia.
Más allá de las malquerencias, enfrentamientos y posiciones, «haiga sido como haiga sido», otra mujer toma el mando del poder judicial en Veracruz, lo que presupone buenos vientos para la justicia.