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Emerge un narco de culto |
Lunes 21 de Octubre del 2019
El éxito de un actor en sociedad, está en el discurso.
Los personajes a quienes la historia ha registrado como conquistadores, exploradores, mártires, monarcas, dictadores, demócratas, ideólogos, científicos o literatos, construyeron un discurso ganador, que se impuso sobre sus rivales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador es un magnifico manipulador de masas, basado en un discurso en extremo simple, acotado, sin mucha floritura ni profundidad, pero machacón, insistente, repetitivo.
A sus enemigos los encapsuló como «los conservadores» o «la mafia del poder», dos monstruos perfectamente identificables por la masa, el pueblo, a quienes echa las culpas de los yerros de su gobierno.
Dice por ejemplo que está dispuesto a comparecer por el Culiacanazo del jueves 17 de octubre, cuando la figura ignota de Ovidio Guzmán López se engrandeció tanto, que emergió como el narco más poderoso de México, gracias a AMLO.
No dice ante quien comparecerá, pero lo dijo.
Sin embargo, en el manejo del discurso, «El Ratón», hijo del «Chapo» Guzmán, se impuso por encima de AMLO.
Y esto es peligroso.
El primer gran tropiezo del sexenio pudiera derivar en un Ayotzinapa si no hay respuestas contundentes