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Palo a Mancha |
Miercoles 17 de Julio del 2019
Sergio Hernández Hernández, aprendiz de cacique, ordenó la expulsión de su bancada de los diputados Nora Jessica Lagunes Jáuregui y Enrique Cambranis Torres.
El argumento obtuso: ambos diputados se habían aliado al grupo de los morenos en las recientes votaciones.
El miércoles negro para el alicaído panismo veracruzano, apenas iniciaba.
Más tarde, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), anularía la truculenta elección en la que ganó José de Jesús Mancha Alarcón.
Fue un uppercut en el mentón del panismo controlado por Miguel Ángel Yunes Linares.
La elección tendrá que repetirse.
Las aguas que el titiritero de Pepe Mancha creía tranquilas, se tornaron de pronto en barruntos de tormenta.
Sin dos diputados en la bancada panista y sin la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional, el partido, controlado por el ex gobernador, se enfila al despeñadero.
La salida, avizoran algunos heraldos del pasado yunista, es que la dirigencia nacional del PAN envié a Miguel Ángel Yunes Márquez como delegado en lo que se prepara una nueva elección.
Sería una acción visiblemente suicida, tomando en cuenta la última resolución del TEPJF, que, evidentemente trae un mensaje.