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Imagen prefabricada |
Martes 21 de Agosto del 2018
Los rodeólogos que asfixian a Cuitláhuac García Jiménez, gobernador electo, quieren cambiarle hasta el modo de andar.
A los mercaderes de la imagen, en sesuda reunión de focus group, se les ocurrió la brillantísima idea de fabricarle una novia al maestro universitario cuya vida dio un giro insospechado el domingo 1 de julio.
Ahora, Cuitláhuac García Jiménez, acostumbrado a vestir con pantalones de mezclilla Levi´s, como todo opositor al sistema capitalista, camisitas Manchester y zapatos Flexi, ahora es un rockstar rompecorazones.
Y sí, le crearon la novia perfecta: Monserrat Ortíz Rodríguez, una joven modelo que se prendó de nuestro James Dean izquierdista y tropical hace diez años, cuando ella era mozuela y él, un luchador social en cruzada contra el sistema político.
Todo mundo tiene derecho a enamorarse.
El amor es el motor sin combustión interna que mueve al mundo.
Sí. La cuestión aquí es que parece una telenovela, burda copia de Enrique Peña Nieto y La Gaviota, una mala secuencia del güero Manuel Velasco Coello y Anahí.
Estas historias idílicas, rosas, con final no tan feliz, hartaron a la gente, quien terminó odiando a estas parejas.
No embarquen a nuestro gober electo en estas aventuras novelescas. Déjenlo ser como quiera ser.