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Desaparecidos |
Lunes 19 de Febrero del 2018
La realidad es tan cruda como decir que un día para otro, los 5 mil 118 habitantes del municipio de Soteapan, que habitan la sierra del mismo nombre, ubicada al sur del estado, desaparezcan sin dejar rastro.
Un pueblo entero desaparecido.
Sería noticia internacional.
Sin embargo, este cotejo figurado, se asemeja a nuestra realidad.
Jorge Winckler Ortiz, oaxaqueño encargado de la Fiscalía General del Estado, cierra su numeralia en 3 mil 600 desaparecidos.
No están en ningún lado, no van a la escuela, al trabajo, no duermen, no comen, no viven, pero tampoco se tiene la certeza jurídica de sus muertes pues no aparecen sus cuerpos.
En este limbo jurídico, en este valle de lagrimas moral, estos 3 mil 600 veracruzanos habitan un municipio, más allá del territorio, más allá de las policías, más allá de los secuestradores, pozoleros y molineros que los desaparecieron.
La llegada del llamado «gobierno del cambio» ha sido gatopardismo puro y crudo: cambiar todo para que todo siga igual.
Ahí están las cifras que nos dan otra vez, la portada de El Universal: 202 nuevos desaparecidos en lo que va del bienio de la yunicidad.
Veracruz, segundo lugar en desapariciones, sólo atrás de Guerrero que contabiliza 347.
La población de quienes no se sabe donde están, sigue in crescendo.