Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Ramón al banquillo

Viernes 29 de Diciembre del 2017

En la soledad, con el poder ido, Ramón Poo Gil sufre.
Los estertores la muerte política son más frecuentes e intensos.
La foto de su padre, colgada en la pared de la Sala de Cabildos, le escudriña, lo analiza, lo enjuicia en silencio.
¿Qué lugar ocupará en la historia de Veracruz, el cachorro, metido a la política con un calzador nopaltepecano?
Eh ahí el dilema.
Hasta el tercer año del cuatrienio, la única virtud del alcalde era su religiosa puntualidad para cubrir sus compromisos con proveedores.
A dos días de irse, la fila de acreedores se hace larga en Palacio Municipal.
El juicio de la historia pende como una guadaña filosa.
¿De qué lado se ubicará el empresario Poo?
¿Pasará a la vitrina de los próceres del Puerto de Veracruz?
¿Será un lastre en la historia de su partido que lo sentó en la silla?
¿Será la oveja negra, el impresentable en la tradición política familiar?
La respuesta llegará el lunes.