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El confesor |
Lunes 7 de Agosto del 2017
En el futbol mexicano de los 70, militaba un argentino llamado Miguel Ángel Cornero. Era defensa del Cruz Azul, le decían “El confesor” por la reciedumbre de su desempeño en la cancha.
“El Confesor” barría con las piernas de los rivales que osaban hacerle un túnel o una gambeta. La pelota pasaba, el hombre, no.
De ahí su apodo.
Resulta que, en Veracruz, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, juega el papel de confesor, desde agosto del 2016, sentando en su propio banquillo de los acusados a quienes desmantelaron a Veracruz.
Esta estrategia, al frio e impersonal estilo de Jason Statham, “El Transportador”, aplicando la justicia a la Chuck Norris, o liderando un selecto grupo de agentes justicieros como Kevin Costner como Eliot Ness en “Los Intocables”, le permitió ganar la gubernatura por dos años.
Sólo un Bocata di Cardinale que no saciará su apetito por el poder -según sus envidiosos detractores-, que desea estirar al menos 14 años.
Por eso, en sagrado domingo de descanso para el alma y el cuerpo, el gobernador itinerante se montó en el Periscope para decir que Edgar Espinoso Carrera aceptó devolver parte de los robado desde el fidelato.
Aquí la lógica indica que, si robó dinero del erario, su castigo terrenal es la cárcel.
Aquí no cabe el indulto.