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Violencia imparable |
Lunes 31 de Julio del 2017
La pax narca no llega a territorio veracruzano.
Los cortes de caja dominicales en torno a una violencia imparable, sólo son petate ensalivado que intenta envolver una tragedia descarnada.
Las bandas delictivas siguen despedazándose.
El gobierno sólo sirve como vocero para identificar ipso facto, a los caídos: “eran parte de la delincuencia organizada”, lapida el gobernador en juicio oral exprés hacia los muertos caídos en Xalapa.
A la vuelta de los días, cuando esta vorágine de muerte se intensifique, la frase puede transmutar en un impersonal “échenles cal”, como último recurso ante la inutilidad e ineficacia.
Los indicadores siguen al alza.
Veracruz, primer lugar en secuestros.
La paz está secuestrada.
La delincuencia ya no guarda ni el domingo, día en que la tradición obliga a la reunión familiar.
Ahí seguimos todos, metidos en la dinámica del miedo, causado por los hechos de violencia que brotan en el solar veracruzano.