Milenio / / Domingo 3 de noviembre del 2024
La visita de los reyes de España y el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a las zonas golpeadas por las inundaciones de Valencia acabaron con gritos de "¡asesinos!", insultos y lanzamiento de barro que alcanzó el rostro de Felipe VI y la reina Letizia.
"¡Que os vayáis", "llevamos seis días sin dormir", gritaba una mujer a poca distancia de la cara de la reina en el municipio de Paiporta, mientras la multitud coreaba "asesinos" y llamaba "hijos de p..." a las autoridades y volaba barro y objetos, una situación nunca vista en España.
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Con Sánchez desaparecido, así como el presidente regional valenciano, Carlos Mazón, presumiblemente evacuados por los servicios de emergencia, Felipe VI insistió durante bastante rato en dialogar con la gente, protegido por sus guardaespaldas, constantemente zarandeados, pero finalmente abandonó el lugar junto a la reina.
Se ignora si los reyes visitarán el segundo municipio que tenían previsto visitar, Chiva.
Entre tanto, el balance de víctimas en España se elevó de 213 a 217 con el anuncio del hallazgo de tres muertos más en Pedralba, Valencia, y de una anciana en Letur, en la vecina región de Castilla-La Mancha, cuyo cadáver fue arrastrado 12 km por las aguas. A ellos hay que sumar un muerto en Andalucía, pero la práctica totalidad de las muertes (213) ocurrieron en Valencia.
Agreden al rey de España:
Entre los muertos hay extranjeros, dos de ellos ciudadanos chinos, según dijo la embajada china en España a la agencia oficial Xinhua.
Lodo en la cara del rey
Funcionarios acompañaron al monarca, quien intentó hablar con algunos residentes mientras otros le gritaban en Paiporta, una localidad en la periferia de la ciudad de Valencia que quedó devastada.
La policía tuvo que intervenir con oficiales a caballo para mantener a raya a la multitud de varias decenas.
“¡Fuera! ¡Fuera!” y "¡Asesinos!" resonaron entre otros insultos. Los guardaespaldas abrieron paraguas para proteger a los monarcas y a los funcionarios mientras los manifestantes les lanzaban lodo a su paso.
Luego de verse obligado a resguardarse del barro que caía, el rey permaneció tranquilo e hizo varios intentos de hablar con los residentes individualmente. Una persona parecía llorar sobre su hombro. Estrechó la mano de un hombre.
Fue un incidente sin precedentes para una Casa Real que se esfuerza mucho en crear una imagen de un monarca querido por la nación.
Hartazgo de los españoles:
La reina Letizia y el presidente regional de Valencia, Carlo Mazón, también estaban en el contingente. La reina también habló con mujeres y tenía algunas manchas de barro en las manos y brazos.
La indignación por la gestión del peor desastre natural de España en la memoria viva comenzó después de que el impacto inicial se disipara.
Un río de agua y lodo inundó Paiporta y los funcionarios regionales emitieron una alerta a los teléfonos móviles que sonó con dos horas de retraso.
Tensión en la visita del rey:
La ira ha sido alimentada por la incapacidad de las autoridades para responder rápidamente a las secuelas. La mayor parte de la limpieza de las capas y capas de barro y escombros que han invadido innumerables hogares la están realizando residentes y miles de voluntarios.
“¡Hemos perdido todo!”, gritó alguien.