La Jornada / CDMX / Lunes 12 de abril del 2021
En la primera etapa del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012 a 2014) el saldo total de la deuda del sector público creció 2.8 billones de pesos en términos nominales, más del doble en comparación con 1.3 billones que se incrementó en el mismo periodo (2018 a 2020) de la administración de Andrés Manuel López Obrador, revelan datos oficiales.
Lo anterior, destacó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ocurrió en un ambiente en el que durante 2020 la economía mexicana cayó 8.2 por ciento a causa de los estragos que ha causado en México la pandemia de Covid-19, dando como resultado la peor crisis en más de ocho décadas.
Según cifras de la dependencia, para el caso de la deuda interna el saldo se incrementó entre 2012 y 2014 un billón de pesos, mientras que de 2018 a 2020 el aumento fue de 700 mil millones de pesos.
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En lo que se refiere a la deuda externa del sector público (convertida a pesos), el saldo total se incrementó en la primera etapa del gobierno de Peña 560 mil millones de pesos, cifra superior respecto de los 457 mil millones de pesos registrados en el mismo periodo de López Obrador.
Según la SHCP, considerando el peso real de la deuda en la economía como porcentaje del producto interno bruto (PIB), la variación en la deuda del sector público en los primeros tres años de la administración anterior fue de 10.1 por ciento del PIB mientras que al cierre de 2021 se estima que esta variación sea de 4.4 por ciento del producto.
La dependencia que encabeza Arturo Herrera destacó que desde el inicio de esta administración se ha enfocado en implementar una política de manejo responsable de la deuda pública con el objetivo de mantener finanzas públicas sanas y la deuda en una senda de sostenibilidad.
Bajo esta estrategia, indicó, en 2019 la deuda pública como porcentaje del PIB se ubicó en 44.5 por ciento, nivel menor en comparación con el 44.9 por ciento de 2018.
No obstante, explicó la SHCP, para 2020 pasó a 52.3 por ciento del PIB, variación que se explica por la contracción económica derivada de la pandemia de Covid-19 y por el incremento promedio del tipo de cambio de las monedas en que se encuentra denominada la deuda externa, lo que generó un efecto de valuación sobre el saldo de la deuda externa.
La deuda pública, preve la dependencia, continuará con su tendencia a la baja, pues estima que hacia 2027 se ubicará en 49.6 por ciento del PIB.
Aseguró que pese a la crisis sanitaria y económica, durante 2020 el gobierno no utilizó endeudamiento adicional al aprobado por el Congreso, además de que las afectaciones de la pandemia no modificarán la trayectoria descendente de la deuda pública. “Para estabilizar el incremento acelerado que tuvo la deuda entre 2012 y 2018, el gobierno de México estableció una política de balances primarios positivos”, aseguró la dependencia.
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Agregó que el gobierno ha implementado una estrategia activa y continua de refinanciamientos para mejorar el perfil y costo de la deuda; se ha evitado el uso de endeudamiento adicional al autorizado en los paquetes económicos, y se ha mantenido un superávit primario positivo y balances presupuestarios en una senda de sostenibilidad.
“Como resultado, México es uno de los países emergentes cuya posición fiscal es más sólida y con menores incrementos en los niveles de endeudamiento en la etapa pos-Covid, lo cual ha sido reconocido por instituciones financieras internacionales e inversionistas internacionales”, apuntó la SHCP.
Según información del Fondo Monetario Internacional, el aumento de la deuda como porcentaje del PIB en México ha sido de 7.3 puntos porcentuales, nivel que se encuentra por debajo de otros países de la región como Brasil (11.3 puntos), Colombia (10.5 puntos) y Perú (8.3 puntos porcentuales).
También está por debajo de otras economías emergentes como Sudáfrica (14.9 puntos porcentuales) y de economías avanzadas como Japón (21.4 puntos) y Estados Unidos (18.9 puntos porcentuales).
Para mantener la deuda en niveles bajos, explicó Hacienda, México tiene una política activa de manejo de pasivos y monitoreo continuo de los mercados internacionales con el objetivo de encontrar ventanas de oportunidad para reducir el riesgo del portafolio, mejorar el perfil de vencimientos y reducir el costo financiero de la deuda.
Bajo esta estrategia, informó que durante los primeros 26 meses de la actual administración (diciembre de 2018 a febrero de 2021) ha refinanciado el equivalente de 610 mil millones de pesos para reducir las amortizaciones de deuda externa e interna en el corto plazo.
De esta forma se han refinanciado el equivalente a 10 mil millones de dólares de la deuda externa a través de operaciones de mercado y 408 mil millones de pesos de la interna mediante permutas entre instrumentos denominados en pesos y UDIs.