Excelsior / Estados Unidos / Viernes 14 de agosto del 2020
Veintiocho países, entre ellos Estados Unidos, varios miembros del Grupo de Lima, del Grupo de Contacto Internacional y de la Unión Europea, y otros como Israel y Corea del Sur, pidieron el viernes un gobierno de transición para realizar "elecciones presidenciales libres" en Venezuela.
En una declaración conjunta, llamaron "a todos los venezolanos" a comprometerse "de manera urgente" a apoyar un proceso para establecer "un gobierno de transición inclusivo que lleve al país a unas elecciones presidenciales libres y justas, lo más pronto posible".
La actual pandemia y el colapso del sistema de salud pública de Venezuela han añadido urgencia a la necesidad de poner fin al statu quo", indicaron.
Venezuela está sumida en una crisis política desde enero de 2019, cuando Nicolás Maduro asumió un segundo mandato presidencial desconocido por la oposición y por unas 60 naciones, incluyendo Estados Unidos, que desde entonces reconocen como única autoridad legítima a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) elegida en 2015.
La otrora potencia petrolera vive además una debacle económica agudizada desde la llegada al poder de Maduro en 2013, que provocó la huida del país de unos cinco millones de personas, según la ONU.
Según la declaración, las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre, cuestionadas la oposición así como por Estados Unidos y otros países por falta de garantías, "no presentan una solución política" y "pueden polarizar aún más a una sociedad ya dividida".
El texto señala que el proceso de transición debe permitir que la AN cumpla "plenamente" sus funciones, y debe restablecer "la independencia" del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral. Llama además a retomar los "avances" realizados en las negociaciones facilitadas por Noruega en Barbados el año pasado.
Los firmantes del texto exigieron el fin de "toda persecución política", al señalar un "aumento de la represión" contra disidentes.
Y reiteraron que "en un contexto de progreso político", los países están dispuestos a levantar las sanciones económicas impuestas para presionar por un cambio en Venezuela.
Estados Unidos, pero también Canadá y la UE, han impuesto numerosas sanciones contra Maduro y su gobierno, bajo acusaciones de corrupción generalizada y graves violaciones de los derechos humanos.