Excelsior / Bolivia / Sabado 20 de junio del 2020
El gobierno de Bolivia alertó hoy del riesgo de "un golpe de Estado" alentado desde la oposición afín al expresidente Evo Morales y advirtió que actuará drásticamente contra quienes violenten el orden legal vigente, según dijo el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.
Sabemos que estamos frente a un golpe de Estado por la vía (de la) asamblea legislativa y movimientos subterráneos narcoterroristas. No lo vamos a permitir, que les quede claro", dijo Murillo en rueda de prensa.
Murillo detalló que se recibieron amenazas sobre intervenciones en empresas estratégicas, y recordó un reciente derribo de antenas de telecomunicaciones en el Chapare, la región donde Morales lidera a los productores de coca.
A ello se suman acciones de desobediencia contra la cuarentena sanitaria, así como marchas y cortes de rutas, denunció.
El ministro dijo que recibió de parte de autoridades de la Gobernación de Cochabamba, dominada por la oposición, un ultimátum para que las fuerzas militares abandonen las instalaciones de una represa de agua resguardadas en previsión de un atentado.
Murillo asegura que tras estos actos está el Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Morales, aunque sin aportar pruebas.
Aquí claramente se está gestando un golpe de Estado", remarcó el Ministro.
Explicó que los aprestos subversivos se originan en la Asamblea Legislativa, controlada por el MAS, que bloqueó recientemente la aprobación de un crédito por 320 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para atender la pandemia, debido a falta de documentación.
Bolivia acumula 22 mil 476 contagios y 715 decesos.
La mayor fricción del gobierno con el partido de Morales está referida a la negativa de la presidenta Áñez a promulgar la ley que fija el 6 de septiembre como fecha de las elecciones generales, aprobada por la mayoría opositora, tras un acuerdo entre el Tribunal Supremo Electoral y los partidos que intervendrán en los comicios, entre ellos Juntos, el frente de Áñez.
La mandataria, que plantea diferir las elecciones "un mes o dos", arguye que ese será el peor momento de expansión de los contagios, lo que pone en riesgo la salud pública.
Los comicios debían efectuarse el 3 de mayo, pero fueron postergados por la pandemia. Un último sondeo de marzo ubicó al delfín de Morales, el economista Luis Arce, como favorito del electorado con 33.3%, seguido de Carlos Mesa (18.3%) y de Áñez (16.9%).