Infobae.com / Ciudad de México / Jueves 18 de junio del 2020
Luego de que Cándido Ortíz González, mejor conocido como “El Comandante Blanco”, líder de la banda Los Rojos recibiera un amparo por no contar con una defensa adecuada, Nelson Vargas, ex titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) denunció al magistrado que podría dejar libre al hombre que secuestró a su hija.
La historia del secuestro de Silvia Vargas es una de las más conocidas en México. No solo por tratarse de un alto funcionario, sino por el hilo de acontecimientos que acompañaron esta desgarradora anécdota.
Nelson Vargas contó a El Universal el calvario que vivió durante el tiempo que su hija estaba secuestrada. Silvia Vargas Escalera fue privada de su libertad el 10 de septiembre del 2007 cuando salía de su domicilio en la alcaldía Magdalena Contreras para dirigirse a la escuela a las 6:30 horas.
El ex titular de la Conade intentó contactarse por llamada teléfonica con su hija en varias ocasiones, pero no tuvo éxito. Tras varios intentos un hombre contestó el teléfono de la joven y exigió un rescate de tres millones de dólares.
La amenaza de los secuestradores fue clara, Vargas tenía 10 días, uno por cada dedo de la mano de su hija que le enviarían, para reunir todo el dinero que le había sido solicitado. Así fue como los delincuentes hicieron viajar al ex funcionario por la ciudad en busca de la macabra promesa que le dieron.
A pesar de los esfuerzos por localizar a Silvia, el 27 de septiembre los secuestradores se pusieron en contacto con su padre por última ocasión. Le aseguraron que ya no tenían interés en su dinero y le informaron que nunca más le volverían a marcar.
Fue hasta diciembre del 2008 que la entonces Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía, dio a conocer que los dictámenes forenses de los restos encontrados en una casa de la delegación Tlalpan correspondían a los de la hija de González Vargas.
Cuando “El Comandante Blanco” fue detenido, Vargas se encontraba en el Centro de Mando de la Policía Federal y le pidió que lo mirara a los ojos para preguntarle cuándo habían asesinado a su hija. Ortíz González contestó:
Desde el tercer día
Según la declaración que vertió el acusado en 2007, fue en el McDonald’s de Periférico Sur donde le hablaron de una joven que era “fácil de levantar”. Esto lo supo gracias a que uno de sus hermanos trabajaba cono chófer de Silvia.
Luego de ese día, vio a sus colegas en una casa de seguridad donde se encontraba la joven “sentada en una cama, con los ojos vendados. Aunque generalmente era “El Comandante Blanco” quien se encargaba de las extorsiones; sin embargo, en esa ocasión asesoró a su hermano para que lo realizara.
Al enterarse que la policía había comenzado a involucrarse, les comentó a sus cómplices que “ya no me voy a rifar”.
La joven falleció cuando se complicó su estado de salud durante una de las amputaciones que le pensaban realizar. Aunque se intentó reanimarla, esto fue en vano “ya no reaccionó”.
Nelson Vargas realizó una investigación extraoficial y así fue como pudo denunciar al chofer de su hija como parte de la banda de secuestradores que la privaron de su libertad y de su vida.
Ahora que “El Comandante Blanco” podría quedar libre después de muchos años de búsqueda, Nelson Vargas ha tomado acciones legales pertinentes par evitar un carpetazo.