lopezdoriga.com / Ginebra / Jueves 16 de abril del 2020
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, reconoció que el distanciamiento físico “es casi imposible” en países pobres a los que ahora está llegando la pandemia de COVID-19, por lo que pidió a sus gobiernos cautela a la hora de imponer confinamientos.
Las autoridades “deben considerar que en algunos países y comunidades las órdenes de quedarse en casa podrían no ser prácticas, e incluso causar daño involuntariamente”, señaló Tedros en su encuentro semanal con misiones diplomáticas internacionales en Ginebra para analizar la respuesta global al COVID-19.
“Millones de personas en el mundo deben trabajar cada día para poder poner un plato en la mesa, y no pueden estar en casa un largo periodo de tiempo sin asistencia”, subrayó, y mostró preocupación ante episodios de violencia registrados en varias partes del mundo a causa de las restricciones.
Tedros añadió que la pandemia ha forzado a alejar de las clases alrededor de mil 400 millones de niños, “poniendo a algunos de ellos en un mayor riesgo de abusos”, y privando a muchos menores de asistir a escuelas que con frecuencia son su principal acceso a alimentos y cuidados sanitarios.
El máximo responsable de la OMS señaló a los diplomáticos que con casi dos millones de casos globales y más de 123 mil muertes el incremento de víctimas sigue siendo “trágico y alarmante”, aunque algunos de los países más afectados muestran alentadores signos de que la enfermedad está remitiendo.
Ello ha movido a muchos gobiernos a considerar levantamientos de las restricciones sociales y económicas impuestas para frenar la pandemia, “algo que todos queremos pero que debe hacerse con cuidado”, advirtió el experto etíope.