Radio Fórmula / Irán / Miercoles 15 de abril del 2020
El miedo a contagiarse de coronavirus (COVID-19) ha llevado a muchas personas a no querer relacionarse con el manejo de los cuerpos de pacientes que perdieron la vida a causa del virus; sin embargo, hay un grupo de mujeres voluntarias en Irán que se han arriesgado en esta complicada tarea para poder cumplir con una de las tradiciones islámicas más antiguas.
A este grupo se le ha llamado ‘coronadamas’ quienes laboran en la ciudad iraní de Qom bañando los cuerpos sin vida antes de que sean enterrados, actividad que tiene como finalidad cumplir con las tradiciones del país del medio oriente.
La existencia de estas valientes mujeres se dio a conocer luego de que se hiciera viral un video en las redes sociales, donde se veían una gran cantidad de cuerpos tendidos en el suelo, en fila para ser lavados, se especuló que los cadáveres llevaban entre cinco o seis días allí.
El hecho causó gran controversia en redes sociales por lo que se generó una fuerte censura por parte de las autoridades iraníes, incluso el hombre que reveló el video fue arrestado; sin embargo, el gobierno empleó diversas estrategias para calmar la opinión pública.
Desde entonces se comenzó a hablar oficialmente de las “coronadamas”, como una manera de tranquilizar a los ciudadanos pues éstos aseguraban que los difuntos no estaban recibiendo un entierro digno, algo muy importante en la cultura musulmana, por ello, se comenzó a mostrar a estas mujeres haciéndose cargo de los cuerpos de personas fallecidas por el COVID-19.
Pese a que se ha dicho que la enfermedad no puede transmitirse desde un cadáver, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que quien manipule el cuerpo debe usar un equipo de protección personal completo.
Aún con la existencia de los riesgos, las ‘coronadamas’ continúan trabajando las 24 horas en Irán, por ello se han dividido en tres equipos que hacen turnos de siete horas para intentar cumplir con la gran demanda.
¿En qué consiste la tradición iraní?
De acuerdo con la ley islámica, los seres queridos fallecidos deben ser enterrados poco después de su muerte; sin embargo, el cadáver debe ser limpiado con agua tres veces.
La primera limpieza contempla el uso de agua con extracto de cedro, la segunda alcanfor, y finalmente la tercera debe bañarse con agua corriente.
Tras ello, debe ser cubierto por sudario blanco y quedará listo para las oraciones y el entierro.