masnoticias / Xalapa, Ver. / Martes 18 de febrero del 2020
Los Convenios de la Soledad fueron acuerdos celebrados entre el gobierno de México y una comisión tripartita conformada por representantes de Francia, Inglaterra y España, que reclamaban el pago de una deuda externa. Estos convenios se firmaron en Soledad de Doblado, Veracruz, el 19 de febrero de 1862.
Este año, por primera vez, el gobierno del estado conmemorará este suceso histórico de gran trascendencia para el país, en el lugar en donde se dio la firma de tan importante documento.
Para ello se realizará un acto cívico que será presidido por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, acudirán los gobernadores de Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Chiapas y Tabasco, así como representantes de los gobiernos de Oaxaca, Tamaulipas y San Luis Potosí, para firmar el convenio marco de coordinación y colaboración para el desarrollo de las áreas y temas comunes.
Regresando a los antecedentes del acontecimiento, México arrastraba desde los conflictos de independencia una situación económica que mermaba su capacidad productiva, en especial debido a que los conflictos internos se sucedían unos a otros.
Esta situación se prolongó hasta la presidencia de Benito Juárez, quien decidió emitir un decreto de cesación de pagos, el 17 de julio de 1861, con el fin de sanear las finanzas del país.
Este decreto creaba las condiciones para llegar a una negociación con los acreedores, sin negar en ningún momento la deuda y sin rehusarse a su cancelación.
Pero el decreto no es bien visto por España y Francia, países acreedores que forman una triple alianza con Inglaterra para exigir el pago forzoso de la deuda.
Los tres países enviaron navíos de guerra a México, los cuales arribaron a Veracruz en diciembre de 1861, en enero de 1862 desembarcan, instalándose en Orizaba y Xalapa.
Juárez enfrentaba esta circunstancia con un congreso opuesto, que clamaba por su destitución, por esa razón envía a su ministro de Relaciones Exteriores, Manuel Vicente Doblado, a parlamentar.
Y a pesar de la intervención armada, la alianza envía un mensaje al gobierno de Juárez, presentándose como emisarios que pretendían ofrecer “una mano amiga” al pueblo mexicano, conscientes de la difícil situación que atravesaba.
Doblado aprovechó hábilmente el tono de la comunicación de la alianza, para establecer las bases de un tratado.
A pesar de que los tres países pudieron tener una primera intención intervencionista, la jugada diplomática de Doblado surtió el efecto deseado.
Doblado ofrecía permitir el avance de las tropas de la alianza a la firma de los convenios, pero logró algo superior: las tropas españolas se retiraron de Veracruz, regresando a España.
Principalmente, los tratados eximían a México de aceptar la ayuda o asistencia de los países de la alianza. Los países se comprometían a mantenerse en Orizaba y Xalapa, además de respetar la soberanía mexicana.
Resultado similar se obtuvo con las tropas inglesas, al mando de John Russell: examinaron los tratados, y decidieron suscribirlos, regresando también a Inglaterra.
La reacción de la delegación francesa, sin embargo, no fue favorable, además de que ya existían en México facciones que promovían la idea de establecer un imperio con un monarca de extracción europea.
Los franceses no suscribieron los convenios, y decidieron continuar con el avance de sus tropas, en lo que se conoció como Segunda Intervención Francesa en México.