adn40 / Brasil / Viernes 14 de febrero del 2020
Un grupo internacional de investigadores descubrieron nuevos fósiles del caparazón de una tortuga que sugieren que la especie puede ser la más grande de la que se tenga registro, de acuerdo a la publicación de Science Advances.
Los restos de la especie denominada Stupendemys Geographicus sugieren que su caparazón tenía cuernos, llegó a medir hasta tres metros y pesaba más de mil kilogramos, 100 veces más que la tortuga de cabeza grande del río Amazonas, su pariente en vida más cercano.
Las hipótesis de los investigadores mencionan que la especie vivó en América del Sur y sus caparazones marcaban un dimorfismo sexual (diferencias de sexo) en la especie: el caparazón de los machos tenía cuernos mientras que las hembras no.
Los nuevos fósiles encontrados revelan nuevos datos sobre la biología, distribución geográfica y su lugar en el árbol filogenético de las tortugas gigantes neotropicales.