Excelsior / Ciudad de México / Miercoles 25 de diciembre del 2019
En decenas de ciudades del mundo se vive de manera festiva la conmemoración de la Navidad. Desde Finlandia, la casa oficial de Santaclós, hasta Vietnam, miles de personas recuerdan el nacimiento de Jesucristo.
El Papa ofreció la tradicional Misa de Gallo y en Jerusalén los jerarcas de las distintas iglesias enviaron un mensaje de paz.
De acuerdo con el Centro para el Estudio del Cristianismo Global, actualmente existen alrededor de 41 mil denominaciones y organizaciones cristianas en el mundo, basadas en la figura de Jesucristo.
La cadena británica BBC destacó que, en total, éstas reúnen a unos dos mil 400 millones de creyentes.
En Belén se congregan miles de fieles. Cristianos de diversas partes del mundo llegaron ayer a los alrededores de la iglesia de la Natividad de Belén, donde según la tradición cristiana nació Jesús, para dar inicio a las celebraciones de Navidad.
Palestinos y extranjeros llenaban poco a poco el centro de esta pequeña ciudad, situada en Cisjordania.
Magia en Finlandia. Cada invierno, los visitantes extranjeros invaden la Laponia finlandesa, como un ejército de sombras que se desplaza por la nieve, entre cafés y tiendas, bajo la brillante luz azulada de los abetos.
Venidos de Europa y Asia, son cientos de miles, en parejas o en familia, los que convergen en esta inmensa tundra con la esperanza de encontrarse con el “verdadero” Papá Noel, ver una aurora boreal, o encarar el frío a bordo de un trineo.
El turismo es vital para este espacio ártico poblado de alces, osos y lobos, pero los habitantes locales, en especial los samis, los criadores de renos autóctonos —antes designados bajo el nombre, ahora peyorativo, de lapones—, se preocupan por los efectos de esa invasión en su modo de vida y en el medio ambiente de una región que está en la primera línea del calentamiento global.
En Rovaniemi, el Santa Claus Village es un parque de atracciones mágico, donde los turistas pasean en motos de nieve o en trineos tirados por renos, se refugian del viento en castillos de hielo y degustan vino caliente con canela junto al fuego.
Desde los años ochenta, los responsables locales del turismo han convertido a Rovaniemi en el país oficial de Papá Noel.
La Misa de Gallo. El Papa afirmó ayer, durante la Misa de Gallo, que frente al amor excesivo de Jesús no puede ser una “justificación” para no seguirlo por “lo que sale mal en la vida”, “lo que no funciona en la Iglesia” o “lo que no va bien en el mundo”.
“Pongamos nuestra mirada en el Niño y dejémonos envolver por su ternura. Ya no tendremos más excusas para no dejarnos amar por él: Lo que sale mal en la vida, lo que no funciona en la Iglesia, lo que no va bien en el mundo ya no será una justificación. Pasará a un segundo plano, porque frente al amor excesivo de Jesús, que es todo mansedumbre y cercanía, no hay excusas”, dijo.
El Papa dijo esto durante la misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro, la primera y más importante cita de la agenda de Navidad en el Vaticano.
Dejó claro que la noche de la Vigilia es el día “adecuado” para acercarse “al sagrario, al belén, al pesebre, para agradecer”.
Alegría en Palestina. Un grupo de mujeres palestinas vestidas con niqab, el velo islámico que cubre totalmente el cuerpo excepto los ojos, se dedica a coser muñecos de Papá Noel, una imagen un poco extravagante, pero real, registrada ayer en la Franja de Gaza.
Son las empleadas de una modesta fábrica en el norte del enclave palestino en la que trabajan una veintena de mujeres gazatíes, muchas de las cuales no pueden abandonar su localidad por las restricciones de los conservadores valores islámicos.
Siete de ellas también realizan labores de carpintería.
Desde la cuna de Jesús. Un hombre vestido como Santa Claus posa con monjas en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los 13 patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén, Israel, pidieron por la “paz, justicia y reconciliación” en todos los países. Miles de personas se congregaron en Belén para recordar el nacimiento de Jesús.
Santa en Vietnam. Un hombre instala una decoración navideña con Santaclós en un estanque afuera de la iglesia de Phu My en Hanoi, Vietnam. En esa ciudad, cada año, las calles se colman de pinos, réplicas de Santaclós y trineos puestos por los 185 mil católicos que habitan ahí y que salen por la noche a admirar la decoración.