Excelsior / Ciudad de México / Viernes 20 de diciembre del 2019
La capacidad resiliente del Rocanrol (Rock&Roll) no deja de sorprender. Igual al delta de un río que arriba al mar, así su viaje continúa este género musical por excelencia... Y nosotros con él.
Pongamos por caso los años setenta, cinco décadas hace: aquella música como expresión artística que denunció las injusticias del mundo; que despertó e hizo evolucionar el imaginario social de la juventud; que captó y tradujo en canciones experiencias colectivas, para cambiar -nada menos- nuestros hábitos como sociedad.
Reunidos en torno al espíritu, la letra y el sonido de una época, hay quienes hicieron de la interpretación musical una suerte de carta para navegar en el tiempo; de los acordes y el ritmo un pasaporte, para transportarnos y volver a ser lo que fuimos: rebeldes exploradores imaginativos.
Recreémonos entonces -buena noticia- con una de esas bandas/orquesta -que las hay- capaces de evocar, tocar e interpretar las llamadas "oldies". Para que cante el cuerpo y baile el alma... así, porque no solo recordar es vivir.