Excelsior / Ciudad de México / Viernes 6 de diciembre del 2019
laura Karen Espíndola se dijo triste, enojada y arrepentida de la movilización de sociedad civil y autoridades capitalinas que se generó a partir del mensaje que envió a su madre el pasado martes en el que, tras supuestamente haber subido a un taxi en inmediaciones del Metro General Anaya, el conductor tenía actitud ‘sospechosa’ y ‘grosera’.
En entrevista televisiva, aseguró que fue una situación que se le salió de las manos y no pensó en las consecuencias que acarrearía dicha acción, por lo que se dijo molesta y enojada consigo misma.
Ello, luego de que la noche del pasado miércoles se dieron a conocer una serie de videos en donde se observa a la joven llegar a un bar ubicado en la zona sur de la Ciudad de México, alrededor de las 16:00 horas, sitio en el que permaneció hasta las 02:30 horas del día siguiente, pese a que envió un mensaje a su madre a las 21:00 horas en donde aseguraba haber tomado un taxi en Metro General Anaya, supuestamente para dirigirse a su domicilio.
No fue fácil tener que conocer mi error, pues lo que ocasioné, si fue difícil recordarlo, pero era lo que yo quería, decir la verdad (…) Realmente me equivoqué y no pensé en las consecuencias que iban a venir”, señaló Karen.
La joven reconoció que fue alrededor de las 20:00 horas del martes cuando decidió mandar el mensaje a su madre, luego de que desde las 16:00 horas se había quedado de ver con otras personas al bar ‘Kalimocho’.
No tenía que mandar ese mensaje, la verdad me equivoqué (…) no me imaginé que todo esto se iba a salir de control”, aseguró.